CAPÍTULO 90: ÉL

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[6 años atrás...]

Faltaba menos de un mes para que mis bebés nacieran. Sí, son más de uno y lo sé por el tamaño de mi barriga y las patadas.

– ¿Y ya les tienes nombre? – me preguntó una amiga, Cynthia.

– sí, si uno es niño será Carl y si el otro es niña será Genevieve.

– ¿Genevieve?

– sí, recuerdo que ese nombre tiene que ver con el sol y el arcoíris.

– ¿y Carl?

– así se llamaba mi hermanito. – conté. – murió hace un año.

– lo lamento. – suspiré. – ¿y si son dos niños o dos niñas?

– si el otro es niño se llamará Daryl y si la otra es niña... se llamará Samara.

– ¿Qué significa Samara?

– la protegida de Dios, mi hija será la protegida de Dios. – sonrió.

– son nombres hermosos.

– gracias.

– ¡Cynthia! – le hablaron.

– no tardo. – se salió, pero él no tardó en entrar.

– no, por favor...

– sé que tú quieres. – dijo desabrochandose el cinturón.

– ten piedad. – trató de tomarme de las manos, pero comencé a forcejear con él.

Aunque lo único que logré fue romper fuente.

aw... ¿tan rápido te hice venir?

– idiota, rompí fuente. – me dio una cachetada.

– jamás me vuelvas a llamar idiota. – levantó la falda de mi vestido y trató de bajarme mis bragas, pero yo no se lo permitía. – ¿quieres que nazcan o no?

– sí, pero no quiero que tú me toques o toques a mis bebés.

– yo haré lo que quiera contigo. – rompió mis bragas y metió su mano a mi vagina. – aún no estás tan dilatada. – comencé a gritar del dolor por las contracciones.

Cynthia junto a otros no tardaron en llegar a la tienda de campaña.

– ¿qué pasa aquí?

– está entrando en labor de parto.

– hazte para allá, yo la ayudaré. – le dijo Cynthia, ella era la única que sabía mi situación con él.

– ¿quién es el doctor en este campamento?

– tú. – respondió rodando los ojos.

– yo recibiré estos bebés.

[...]

Pasaron varias horas, ojalá Daryl estuviera conmigo, ojalá fuera Eli o Nat quienes estuvieran ayudándome a recibir a mis bebés, ojalá estuviera mi papá apoyándome. Debí tragarme mi orgullo y volver.

– ya estás dilatada, puja. – Cynthia me tomó de la mano y comencé a pujar, una y otra y otra vez. – ya veo la cabeza, hazlo una última vez. – lo hice y escuché su llanto.

– es un niño.

– Carl... – lo envolvieron en una manta, pero antes de poder tomarlo en brazos, las contracciones volvieron.

– bien, es sólo un bebé más, tú puedes, Diana. – volví a pujar varias veces hasta que di a luz a mi segundo bebé. – es una niña.

– Genevieve... – a ella también la envolvieron en una manta y me los pasaron, tenía a Carl en un brazo y a Gen en el otro. – ojalá tuviera una cámara para tener este recuerdo siempre.

[...]

En la noche escuché ruidos extraños, gruñidos afuera de la tienda de campaña, abrí los ojos, no vi a Cynthia. Me levanté y me asomé, todo el campamento estaba invadido, había uno que otro cuerpo siendo devorado.

– mierda... – volví a cerrarla, pero mi ansiedad comenzó a crecer más y más.

Sólo me senté junto a mis dos bebés, cuidándolos y tratando de velar su sueño para que no despertaran y no atrayeran a los caminantes.

– ¿pasa algo? – me preguntó Daryl, haciendo que saliera de mi trance.

– no. – respondí terminando mi helado y viendo a los niños subirse a los juegos del parque.

– ¿segura? – asentí, pero enseguida negué.

– creí que ya había encontrado un lugar seguro para mí y para los niños, que nuestra familia estaba completa y que nada malo podría pasar ya, sólo viviríamos una vida normal, ellos yendo a la escuela, viviendo su infancia y nosotros recuperando nuestro matrimonio... – lo miré por un instante y luego volví a mirar el vasito. – pero... con él aquí, veo que no será posible.

– ¿con Matthew?

– no digas su nombre, por favor...

– ¿él...?

– no quiero hablar de eso. – asintió, respetando mi decisión. – hablaré con Ally, para cambiar de trabajo.

– puedo hablar con ella, que lo cambien a él.

– ¿no crees que se verá sospechoso que sólo llegué y lo desplacen a él? – le pregunté.

– un poco, pero te prefiero a ti que a un imbécil acosador. – medio sonreí.

– puedo ser maestra, nunca lo he intentado, además puedo estar al tanto de nuestros niños. – sonrió.

– cómo tú prefieras. – me recargué en su hombro y lo tomé de la mano.

Narra omnisciente

La jornada laboral del primer turno había concluido, el segundo había comenzado. Matthew, junto a Daryl y Rory, salió del trabajo, para la mala suerte de los últimos, él vive en el mismo edificio que ellos.

En el transcurso a su apartamento, se encontró a la pareja junto a sus hijos, Judith y RJ. Se quedó pensando al ver a esos niños, eran tan idénticos el uno del otro.

"¿Serán acaso Carl y Genevieve?", pensó.

– hola Matt... – le saludaron, pero seguía viendo a los niños Dixon. – ¿estás bien?

– ¿los conoces? – le preguntó señalando con la mirada a la familia Dixon y Grimes.

– ¿a Rory y a sus niños? – el hombre le miró extrañado, ¿Rory? Él la conocía como Diana. – sí, es la esposa de Daryl,¿alguna vez te contaron de Rick y Michonne Grimes? – asintió. – es su hijastra, su padre es Negan, pero ella sigue sin aceptarlo porque mató a su mejor amigo y hermano de Daryl. – se sorprendió al escuchar eso.

– ¿cómo la conoces? – le preguntó curioso al hombre.

– vivía en Alexandria, de dónde son el grupo de Daryl y Rory. – sólo asintió, tratando de memorizar cada palabra escuchada. – ¿y tú?

– hace unos años estuvimos en el mismo campamento, pero fue atacado y pues todos nos separamos... – siguió mirando a la joven Dixon.

– ¿te interesa? Porque no tienes ninguna oportunidad con ella, sólo tiene ojos para Daryl. – ese comentario hizo que le empezara a hervir la sangre.

– no, no me interesa, es sólo que no los había visto antes por aquí.

– apenas llegaron hace un par de días, es muy cercana a todos los que tienen algún cargo importante. – le siguió contando. – Ezekiel, Ally, Daryl, Carol... te recomiendo que no te metas con ella. – ese último comentario sólo hizo que sus deseos por "recuperarla" aumentaran.

– no lo haré, no es mi tipo... ando cansado, te veo luego. – el hombre sólo asintió y él entró al edificio.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora