Desvié la mirada, captando sus ojos fijos en mí, ansiosos de obtener una respuesta. Suspiré suavemente e intenté esbozar una cálida sonrisa.
—Tranquilo, Satoshi. Sabes que debo regresar a casa... —comenté, buscando sonar amable.
—Lo sé, perdóname si soné molesto... —dijo, caminando con elegancia hasta sentarse en el borde del colchón junto a la ventana, donde la luz suavizaba sus rasgos—. Es solo que, por un momento, pensé que te quedarías... —su mirada se posó en el suelo de madera, que crujía con el más mínimo movimiento.
—Satoshi... —murmuré, sintiendo cómo mi corazón se apretaba ante su comentario—. Tengo una propuesta para ti...
Levantó la mirada, sorprendido. Por un instante, dudé si era adecuado mencionar el laboratorio Sakuragi. Desconocía si Satoshi estaba al tanto de su existencia, pero todo debía ser perfecto.
—¿Por qué no vienes conmigo? Yo... trabajo en el laboratorio Sakuragi... con el profesor Cerise...
—¿Laboratorio Sakuragi? ¿Profesor Cerise? —me miró y rápidamente se apartó.
Con una mano en su mentón, comenzó a pasearse en círculos por la habitación.
—Sí, es como un padre para mí... —dije en voz baja.
De repente, como un destello, surgió en mi mente una imagen, un recuerdo que me inundó de nostalgia. Aquella mañana cuando, junto a Koharu, compartíamos el desayuno.
Mientras tanto, Satoshi murmuraba cosas para sí mismo.
—¿Pasa algo? —pregunté, desconcertado por su reacción.
Parecía que el simple acto de pronunciar aquel nombre hacía que todo se desmoronara.
Él se asomó por la puerta y la cerró, mostrando preocupación en su rostro.
—No menciones ese nombre... —me miró de reojo— podrías meterte en problemas... —levanté una ceja.
—¿Por qué? Es un buen hombre... Me cuidó desde que era pequeño... —él negó con la cabeza.
—¿De verdad eres su familiar...? —preguntó, recargándose en la espalda contra la puerta.
—Lo considero como mi padre... —dije, colocando una mano sobre mi pecho.
—No sabía que el profesor tenía un hijo... tal vez no escuché bien las noticias... —levantó la mirada— solo no menciones nada al respecto, mi madre podría oírte...
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Un Amor Eterno | Trilogía 3 | Satogou
Fanfiction"En un abrazo furtivo, nació un amor efímero, como el fulgor de una estrella en la noche eterna. Un encuentro fugaz que desató la euforia en nuestros corazones, como la danza de pétalos al viento. Cada mirada, un destello de pasión; cada caricia, un...