"A lucky, lucky girl, she got married to a boy like you
She'd kick you out if she ever knew, about all the shit you tell me that you do"Aerys bajaba con sumo cuidado las escaleras que estaban en la parte de trasera de la fortaleza, la salida de un pasadizo secreto que venía de su habitación. Desde hace meses llevaba observando a su padre, el príncipe heredero Aemond Targaryen, se estaba volviendo común que éste llegara cada vez más tarde al palacio, además de que olía de manera muy extraña, una mezcla de hierbas que trataba de ocultar algún otro aroma. Se sentía realmente consternado por lo que estuviera realizando su padre además, su madre comenzaba a verse afectada por la situación, cada día más preocupada, con bolsas oscuras debajo de los ojos que denotaban que siempre esperaba a su esposo hasta altas horas de la noche para posteriormente no dormir como era debido por las probables discusiones que podrían tener como pareja.
Decidido a descubrir el enigma que escondía su padre y para poder darle calma a su madre, se vistió con la ropa más sencilla que tenía, encima de su cabeza colocó un gorro que ocultaba sus hebras platinadas y emprendió con la persecución por toda la ciudadela, le costó un poco de trabajo debido a que ese día, había algún tipo de carnaval gitano, lo que lo obligó a tomar pasadizos y callejones para no perder el rastro de su padre. Lo vio girar en una esquina y por un momento, se detuvo al observar hasta donde había llegado, la calle de la seda... ¿Qué hacía su padre, un honorable príncipe en una calle como esa? Y al instante lo supo, entró en un burdel que según habladurías de la guardia real, era uno de los mejores que había en esa zona, donde los altos costos se debían a la discreción que otorgaban.
Respiro profundo antes de acercarse a la misma puerta y empujarla para poder ingresar a ese lugar, al instante que dio un paso dentro de la casa tuvo que cubrir su nariz debido a la fuerte mezcla de aromas que se encontraban en la habitación. Caminó como pudo entre la gente que realizaba toda clase de actos inmorales y se dirigió hacia la zona que parecía la barra donde una señora pelirroja, que se le notaba de mediana edad, estaba sirviendo unos brebajes en copas, procedió a sentarse en un banco llamando la atención de la barista logrando que se acercara con una sonrisa coqueta recargando sus pechos sobre la barra.- "Dime cariño, ¿Qué se te ofrece en un lugar como este? ¿Buscas placer o solo vienes por algún negocio?"-mencionó con un tono de voz ronco pero a la vez muy sensual que dejo casi hipnotizado al joven príncipe. –"Por el momento madame, solo quiero alguna bebida para poder entrar en ambiente"- le respondió con la misma sonrisa coqueta haciendo sonrojar a la mujer quien le sirvió directo de una jarra lo que parecía ser vino. Lo llevó a sus labios notando el sabor dulce pero con un grado de alcohol muy alto.
–"Es nuestro mejor vino, lo guardamos para los aristocrátas que vienen por estos lugares"-. Aerys casi se ahoga con el líquido que tenía en su boca, acaso ¿Lo habrían descubierto? –"Se nota demasiado que no es de estos lugares, se puede ver en su porte, pero las identidades de nuestros clientes siempre estarán a salvo"- mencionó la señora antes de seguir con su tarea de limpiar las copas que se encontraban sucias. El rubio entonces noto que la mujer podía ser una pieza clave para seguir con su tarea de investigación.
-"Dicen las malas lenguas que el príncipe heredero viene aquí por las noches"-La pelirroja detuvo por un momento sus movimientos sobre la copa y giro a mirarlo con sospecha. El rubio saco una bolsa con monedas colocándola sobre la barra cerca de la mujer.- "Le prometo que no haré ningún problema, solo necesito confirmar esa información"-.
La mujer tomo la bolsa y la metió entre sus pechos los cuales casi restriega en el rostro del joven príncipe al momento de acercarse a su oreja para asegurar que nadie más escuchara.- "El príncipe Targaryen viene aquí cada noche para poder estar con su favorito, un niño bonito que llegó aquí hace muchas lunas. Desde que lo vio, el príncipe no deja que este con nadie más, son exclusivos, puedes ir por el pasillo hacia el fondo, si lo que deseas es observar"-.
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BURDEL
Short StoryEl principe Aerys, con 17 inviernos recien cumplidos, tenía la tarea de investigar que es lo que su padre hacia cada noche cuando desaparecía de la fortaleza roja, llevandolo a husmearlo entre los corredores de la ciudadela. ¿Se arrepentirá al desc...