Solo un día más

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Todos lo saben, absolutamente todos lo saben y conocen al mayor pretendiente de la chica más popular de la Academia Kamome.

El día perfecto llegaba para el pelirrojo, estaba claro que Akane se preparaba para hacer la mejor de sus declaraciones y ganarse el amor de su amiga de la infancia.

Y lo sabe.

—¿A quién te confesaras?

—El presidente Minamoto es perfecto —logro escuchar voces de algunas personas hablando sobre él.

Y claro, también iba a estar rodeado de gente, escuchando palabras vacías y mentiras dulces que no cree.

Será cansado.

Vaya que solo sería cuestión de tiempo para escuchar la tan esperada declaración, mientras él estaría huyendo de mentiras, deseando renunciar, deseando olvidar y deseando ser ella.

Teru sabe bien que es egoísta. Solo le importan las personas más cercanas a él desafortunadamente Akane llegó a ser importante en su vida. Si bien, sabia que podía ser su ruina que el chico sea mitad sobrenatural lo que sentía era algo que no podía cambiar, cosa que aprendió hace poco.

Sin embargo, lucha internamente sobre lo que desea, desea que ella rechace una vez más a Akane, pero se siente egoísta al querer eso, desea que Akane sea feliz, pero para eso ella tendría que amarlo.

¿Podría pasar más rápido el día?

Si, pero eso sería recurrir a al primer misterio y definitivamente es algo que prefiere no hacer. Mucho menos por la cercanía que tendría que pasar con aquel chico.

Tal vez distraerse sea la mejor opción.
Seria perfecto si pudiera hacerlo. Evitar es algo infantil, sí, pero esto es válido, si tiene una buena razón.

Y las horas pasan rápidamente, el rubio buscaba escapar de sus pensamientos, en esos momentos sobre pensaba todo lo que ocurría, cada minuto era una tortura más y pensamientos que hubiera preferido evitar, nuevos miedos desconocidos surgieron y comenzaba a agotarse.

Intentar escapar no funcionó, todo le recordaba a él.

Él. ¿Que tendrá planeado hacer?

—¿Que hace presidente? —cuestiono el chico entrando a la sala del consejo.

Lo olvidó. Tenía que verlo al llegar debido a asuntos del consejo.

—¿Um?, solo el trabajo que tú no estás haciendo —quejarse sería algo que normalmente haría— llegas tarde —, en serio no quería preguntar la razón, en este momento no.

—Yo-

Si lo interrumpe no escucharía nada que no quiere saber.

—¿Vas a explicar tu falta de responsabilidad o cumplir con tu trabajo? —su propia voz se sintió extraña, se sentía muy fría.

—No es tu problema —Tampoco quería eso, en definitiva, tampoco quería sonar mal.

O que él se dé cuenta.

—¿Que?

—Nada.

—¿Acaso Akane-san te rechazo? —tal vez hubiera necesitado más tacto al hablar, pero al instante se sintió culpable, demasiado para ponerse nervioso y que el pelirrojo no contestara, llegaba a ser molesto.

Molestia o preocupación. Daba igual, daba igual todo, si él no estaba bien no se perdonaría tan fácil si de verdad lo lastimo.

—Solo- ¿En serio no pueden dejar de molestar?

Other day // TerukaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora