Ragatha los había volteado a ver con una cara de confusión, más por Pomni qué por lo usual cuando se trataba de encontrar cosas a su alrededor o problemas solía estar alerta, así que era raro que ella específicamente estuviera pidiendo ayuda sobre los temas. Y por Jax porque ahora estaba interesado en la actividad del día de hoy, el normalmente o ignoraba lo que tenían que hacer y se ponía a molestar a todos pero se miraba distraído y nervioso.
— La actividad de hoy es encontrar una pelota plateada qué según Caine era algo preciado para él etc etc... Saben esta vez el se miraba preocupado por eso... —
Ragatha había explicado lo que había comprendido de la actividad, una pelota plateada.
Era simple.
— Oh ¿eso es todo? Valla, pensé que sería algo muy difícil. —
Pomni suspiro, esto parecía ser sencillo, a comparación de las últimas aventuras qué habían tenido.
Quizás sea porque en la última si no fuera porque no pueden morir hubieran quedado hechos cachitos.
Nota mental: no le pregunten a Kinger sobre los Shurinamis.
Pasando del tema iban a ponerse a hacerlo, para olvidar todo eso que había pasado tan solo esa mañana.
Les resultó incómodo a ambos, se comportaron de manera poco natural para lo que eran ellos, como una persona completamente distinta del uno para el otro, con más corazón o más segura.
Estuvieron caminando, buscando aquella pelota plateada, sería fácil, o eso esperaban, si bien querían distraerse tampoco querían herirse o agotarse demaciado.
— ¿Dónde crees que Caine haya oculto esa pelota? —
Pregunto de repente Pomni rompiendo el silencio qué había entre ellos desde hace rato, para ser específicos desde que se alejaron de los otros para buscar la pelota plateada.
— No tengo idea, enana... El es tan loco que seguramente está en el lago o en la feria... —
— Había olvidado que había algo así aquí... ¿Enserio crees que este allí? —
— Es solo una idea de como podría ser... Pero si es capaz. —
Bufo un poco el conejo color púrpura mientras seguía caminando, desde hace rato que llevaban caminado sin rumbo fijo, intentando seguir su 'instinto' aunque ninguno de los dos sabían exactamente un lugar donde encontrarlo.
— ¿Caine no especifico algun lugar? —
— No lo se, estaba distraído con-... —
Cerro su boca antes de seguir con esa frase. Ambos sabían en que habían estado distraídos. Y ambos preferían no tocar el tema, era una situación que le apenaba a ambos.
Pará ellos no era descabellado pensar que era algún tipo de tensión por no platicar muy a menudo y que las veces que lo hacían existia esa misma tensión.
— Entonces... ¿Qué te gusta hacer a parte de hacer bromas? —
Pomni decidió nuevamente romper el hielo. Quería platicar con el de manera amena y correcta, entendía que mutuamente se llevaban bien, no perfectamente o en armonía pero bien y eso le bastaba para querer entablar una amistad linda o al menos una platica amena.
Jax pensó un poco ¿era prudente contarle más de el mismo a la bufona maniática? Por alguna razón su corazón o lo que sea que le hablaba adentro de el grito con fuerzas que confiara en ella.
— Pues... Me gusta la poesía... —
— ¿Poesía? ¡Haz de ser muy bueno con ello! —
Esta rea de las pocas veces que le llego a contar este pasatiempo qué tenía a alguien, a la última persona que le había contado termino abstraído...
Recuerdo que hoy no trairia de nuevo.
— Lo dudo chaparra. —
Río un poco, sacudiendo su cabeza mientras la volteaba a ver, noto que los ojos de la de tamaño más pequeño brillaban bastante, parecía alegre aunque la acabará de llamar con un sobrenombre.
Cuando menos se lo esperaba se dio cuenta que la estaba mirando embobado por lo que en un rápido y certero tempo volvió a mirar al frente mientras su rostro empezaba a arder de la pena y ella quedaba confundida ¿hizo alguna mueca? No sabía si había hecho algo malo pero prefirió restarle importancia respondiéndole.
— Yo creo que lo has de hacer bien, simplemente te infravaloras a ti mismo jaja —
Se ríe bastante convencida ella misma.
— Como dije. No creo niña. —
— Jax, soy mayor que tu. —
— ¿Y que? Eso no me impide llamarte niña. —
Suelta una risita mientras siguen avanzando, y ninguno de los dos había notado que en todo ese rato, ella no había tenido ningún ataque de ansiedad o pánico...
VIVA LA ESQUIZOFRENIA