Capitulo 12

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El camino de regreso a la casa de Miles había sido calmo y silencioso, salvo por los constantes sonidos del pecoso sorbiendo su nariz.

Hobie se contuvo mas de una vez para sonar el mismo la nariz del menor, en cambio solo le ofreció un pequeño paquete de kleenex que de casualidad llevaba en uno de los bolsillos de su pantalón.

Rezaba porque no olieran a tabaco.

Cuando ambos estuvieron frente a la entrada de la residencia Ohara-Parker, Miles devolvió la chaqueta a Hobie con un "gracias" casi inaudible.

El mayor iba a llevarlo hasta la puerta y así aprovechar para hablar con los padres del menor, y de alguna manera tomar la culpa de que Morales hubiera llegado desde de la hora que había prometido.

Sin embargo, el pecoso se lo impidió diciendo que ya vería que hacer en caso de que sus padres lo regañaran.

Se despidieron en la acera, Hobie alentando lo mas posible su paso hasta ver como Miles cruzaba la puerta de su hogar.

(...)

Cuando entro a su casa ni siquiera encendió la luz, haría el menos ruido que le fuera posible para que ni Miguel ni Peter supieran que había llegado tarde, la noche ya lo había arruinado mucho como para recibir un sermón de sus padres.

Llevaba sus zapatos en mano para no hacer sonar el piso de madera cuando de la nada la lampara de la sala se encendió.

―¡Por el amor de...!― Se llevo una de sus manos al pecho por el susto, sentía como si el corazón se le fuera a salir del pecho.

―Creí que habíamos acordado una hora para llegar, ¿No, Miles?― Cuestiono Miguel, quien estaba sentado en el sofá doble con Peter, quien encendió la lampara a su derecha.

―Si, bueno, yo...pasaron cosas, ¿Sabes? ―Dijo mientras la mano que antes estaba en su pecho ahora pasaba a frotar la parte trasera de su cuello.

Los ojos de Peter estaban entrecerrados en su dirección, escudriñándolo con la mirada en busca de lo que sea que estuviera buscando.

Miles siempre decía que Peter tenia ese extraño "sentido de mama", solo que sin ser mama. Y este era uno de esos momentos donde su padre hacia uso de esa especie de sexto sentido.

Peter puso una mano en el hombro de Miguel, quien se freno a seguir con lo que fuera que iba a decir.

―Estoy seguro que estas cansado de la fiesta, solo ve y duerme, tienes clases en unas horas. ya nos contaras luego como te fue, ¿De acuerdo, niño?

Las palabras y mirada reconfortante de su padre era todo lo que necesitaba para aligerar su estado de animo, lo supo en el instante en que la tensión de sus hombros desapareció como por arte de magia.

Se acerco al sillón para darles las buenas noches a sus padres antes de subir a su pieza.

―Buenas noches a los dos, y lo siento...de verdad. ―Fue lo único que su cansada mente pudo formular para sus padres, acompañado de un abrazo para ambos.

Cuando Miles ya había desaparecido de la vista de ambos adultos subiendo escaleras arriba Miguel soltó un suspiro gutural al mismo tiempo que se encorvaba sobre si mismo, con el rostro presionado contra sus manos.

―Me preocupa nuestro hijo, Peter. Esta actuando tan...diferente a como era antes, ¿Hemos hecho algo mal criandolo?

Parker podía casi palpar la preocupación que emanaba de su esposo, era bastante visible en su ceño fruncidas como si algo le provocara dolor.

Sabia que le seria difícil acostumbrarse a todas las nuevas etapas y facetas que tendría Miles, para ambos.

Pero sabia que todo era normal, su cachorro estaba creciendo, ya no era el mismo nene de 4 añitos que conocieron en aquella casa hogar.

Estaba claro que después de 11 años Miles cambiaría, no seria el mismo bebe que amaba ir en los hombros de Miguel a todos lados. El pequeño que se escabullía en la cama de sus padres cuando los truenos de la lluvia eran tan aterradores como para interrumpir su sueño.

Peter se sentía lleno de nostalgia.

―Tienes que dejarlo ser, Miggy. Es un adolescente de 15 años, ¿creíste que el siempre seria nuestro niño de casa? ―Peter dejo salir sus palabras con un deje de burla mientras acariciaba la espalda de su marido en vaivén de arriba a abajo en busca de reconfortarlo.

―Los niños pueden ser así, tenemos que dejarlo desenvolverse por su cuenta. En caso de estar en problemas el acudirá a nosotros, pero es bastante capaz de hacer las cosas por cuenta propia. Haz criado a un gran y fuerte niño, Miguel. ―Deposito un suave beso en la frente de su pareja y de igual forma subió al piso de arriba.

―Lo hemos hecho juntos...

(...)


»Corazón dividido« ✧ »PunkFlower« [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora