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❝𝙇𝙖 𝐡, 𝙩𝙖𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙘𝙞𝙖𝙡, 𝙩𝙖𝙣 ú𝙣𝙞𝙘𝙖 𝙮 𝙩𝙖𝙣 𝙤𝙡𝙫𝙞𝙙𝙖𝙗𝙡𝙚.❞
— ¿Estás seguro de que te encuentras bien? — La voz preocupada de su Luna resonó en su interior por al menos unos segundos hasta contestar de manera asustada.
— ¿¡Ah!? ¿Qué dijiste...?
La Luna rodó los ojos algo cansado y repitió:
— Te estaba diciendo, que si te encuentras bien.
No, no lo está.
— Sí. ¡Claro que lo estoy! — Mencionó con una sonrisa poco convencedora, que rápidamente se borró al sentir otro pequeño pinchazo en su superficie...
La Luna lo vio con preocupación otra vez y soltó un suspiro. Ambos eran conscientes de lo que pasaba desde hace tiempo, y que va empeorando con cada nuevo horario.
Definitivamente, esto de ser un planeta con vida "inteligente" no es nada fácil. E "inteligente" en comillas, porque a veces parecen lo suficiente estúpidos para no darse cuenta que hay más similitudes entre ellos que diferencias, y que no vale la pena pelearse por esas pequeñas e indistinguibles diferencias. O bueno, esto a ojos de una Luna, cuya mayor interacción que ha tenido es hablar con astrobola y los recientes terribolas que han llegado a vivir en su superficie a causa del daño que le están haciendo a la Tierra.
Y sí, parece que estos diminutos seres, han empezado una guerra enorme y con grandes repercusiones para ellos mismos y su planeta... Parecen no darse cuenta de como a él le duele cada bomba que lanzan y la misma contaminación que ellos provocan están poniéndolo hasta el límite, a la vez que él no intenta "ser alguien mejor" y dejar sus prejuicios de lado. La Tierra estaba muriendo poco a poco... Pero no se iba a dejar hundir tan fácil.
O eso pensaba.
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