Omega pandillero ♡ chanlix

3O: Elijo mi veneno y eres tú.

"Mi valor como persona no lo definirá mi casta. Si ser omega implica quedarme en la sombra de un alpha, preferiré morir con dignidad antes de que mi vida sea aclamada por las manos de un hombre que antepone su orgullo sobre el amor propio"

Yang Jeongin.

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El cielo azul se juntaba con el mar creando una pieza de arte ilustre. Los rayos del sol acariciaban los brotes de semilla que muy pronto se convertirían en hermosas flores que le daban la bienvenida a una nueva etapa, a un nuevo amanecer donde el sentimiento de tranquilidad le daba paz a su alma ¿Pero a qué costo? Era la pregunta que se hacía una y otra vez el omega quien tenía las heridas de su corazón sensibles.

Estaba en un punto donde su mente no podía avanzar, se sentía truncado. Las energías solo le daban para abrir sus ojos y percibir un vacío en su pecho, una frustración de sentirse impotente, decepcionado de sí mismo, de verse destruido, triste, melancólico, lleno y a la vez sin nada, así era verse frente al espejo...

-¿Te gusta la vista del mar? -pregunta Chan a su lado quien tenía una mirada serena, sus ojos apagados observaban el horizonte con anhelo como si pidieran un deseo.

-Tengo tantas ganas de llorar... pero simplemente las lágrimas ya no salen, no hay nada -expresa Jeongin recostándose en la silla de ruedas mientras entrelaza sus dedos y observa la manilla que le había regalado Hyunjin. El sentimiento era demasiado cruel al acariciar el dije de esa flor en oro.

-Para sanar hay que reconocer el dolor, ese es el primer paso para liberarse y lo estás haciendo muy bien -murmura tocando con gentileza el hombro del omega. La realidad era muy diferente ahora, sin embargo, el proceso ha sido lento durante estos largos meses, cada día era una prueba para el omega.

Jeongin pasa saliva y respira profundamente cuando una corriente de aire fresco pasa por su lado. Un grupo de aves sobrevuela el cielo y sonríe mientras se van alejando; la vista que tenía desde la isla era impresionante, parecía sacada de una bella historia de amor; era un lugar encantador donde podía ver los atardeceres en la parte más alta del peñasco y quedarse ahí hasta que la luna lo acompañara.

La isla fue comprada por Hyunjin y entregada ese mismo día a Jeongin bajo un documento que lo acreditaba dueño de ese pequeño paraíso. No era un regalo, era una compensación mínima.

Habían alphas en el lugar por temas de seguridad, pero estos tenían prohibido estar cerca del omega. Las enfermeras y personas que ayudaban en los servicios generales eran omegas o betas; gente calificada por el doctor Eunhyuk quien, junto con su equipo, hicieron una excelente labor para que el omega pudiera recuperarse.

-Tengo un regalo para ti -dice Chan entregándole una bolsa de color rosado. Jeongin la toma con sus delgadas manos y va palpando, la curiosidad se hace grande a medida en que va quitando el moño, se sentía suave... Un olor familiar lo confunde y cuando observa unas orejas blancas, sus ojos se humedecen, lágrima tras lágrima se van deslizando por sus mejillas cuando observa el rostro de su preciado peluche, el señor Rocky.

-Gra-gracias...

-Aún tienes lágrimas -le sonríe al omega-, pero son de felicidad.

Jeongin con el corazón a punto de estallarle, abraza el peluche con todas sus fuerzas, pensó que más nunca lo volvería a ver, no después de haberlo visto tirado en una esquina manchado con su propia sangre, desgastado y roto como él.

-Preferiría ocultarlo, pero no fui yo quien lo encontró, ni lo arregló, fue Hyunjin -su confesión hace que el omega se aleje por un instante y observe el rostro de su conejo-. Al principio me negué a su sugerencia de entregártelo, pero él me dijo que era algo realmente importante para ti -a pesar de que Hyunjin tenía lesionado su brazo y parte de sus dedos debido a su juicio en Podval a órdenes de Chan, hizo lo posible por arreglar el peluche con sus propias manos.