Amor Entre Trincheras En El Milenio 42

Miedo

Despues de unas horas de sueño La hermana Denisse se desperto, ya no estaba alado de Ereos, lo que la asusto mucho; "ya habia empesado la batalla?", "donde esta Ereos??".
La hermana Denisse trataba de ocultar su desperacion, pero era obio para cualquiera lo alterada que estaba, poco a poco se empeso a mover mas rapido, la desesperacion la empesaba a consumir, aun que no era lo unico, la idea de que Ereos este muerto le pesaba cada vez mas, el aire le empesaba a faltar y se empeso a sentir debil, ni en los campos de batalla mas exigentes y peligrosos se habia sentido asi.

—Que es este sentimiento—pensaba para si misma— Odio esto, odio este sentimiento, debo encontrar a Ereos, pero donde esta??? DONDE ESTA, DONDE ESTA?, DONDE ESTA?, DONDE ESTA?—

La deseperacion y frustracion de Denisse cada vez era mas molestos para ella, le costaba respirar cada vez mas, sentia un gran vacio en el pecho, y cuando ya no podia ocultarlo mas decidio sentarse, derrepente la armadura le pesaba, ni en lis campos de batalla mas brutales en los que habia estado le habia pesado tanto, sus ojos llenos de hematomas empesaron a lagrimar, se sentia desesperada, pero se sentia mas triste, derrotada solo pudo mirar al suelo.

—Oye estas bien?—El salamandra le pregunto—¿Quieres que te ayudemos en algo?—

La hermana denisse alzo la mirada era el grupo de guardias que acompañaban al salamandra, entre ellos estaba Ereos, no habian estado en esa trinchera por que los mandaron a por cajas de comida y municiones a unas cuantas trincheras atras.

—No gracias, estoy bien— la calma regreso al cuerpo de Denisse, y volviendo a mirar al suelo ella sonrio—

—Avisame si necesitas algo— dijo amablemente el salamandra— Bueno muchachos, vamos a dejar las cajas—

Mientras seguian su marcha la hermana Denisse se paro si secandose un poco de sus lagrimas empeso a seguirlos,  cuando los alcanso fue con Ereos, quien estaba cargando 3 cajas.

—Se ve que esta pesado—Se le acerco la hermana Denisse a Ereos, con mas confianza— Quieres que te ayude?—

—Hola Hermana— Dijo Ereos con esfuerso y algo de pena—Es muy amable pero asi esta bien—

En eso la Hermana Denisse tomo dos cajas de Ereos, el, sorprendido la miro, ella solo contesto con una suave sonrisa y empeso a caminar junto con Ereos, esto hiso que se quedaran atras.

—Puedo preguntar, por que Hermana?—cuestiono Ereos a Denisse—

— Aparte del Salamandra eras el unico que cargaba 3 cajas, no me parecio justo— Contesto con algo de verguenza Denisse— Por sierto apartir de ahora llamame Denisse?—

—Denisse?, Ok— Ereos sonrio despues de decir eso, aun que otra duda le asalto la mente— Denisse, por que compartiste la manzana conmigo?—

—Bueno es que.... no lo se...—Hasta buscando las palabras correctas para no dejar entrever su amor a Ereos—Cuando escapabamos de las trincheras perdidas, me salvaste, normalmente hasta ahi hubiera terminado nuestra historia... digo, digo... la historia, pero te vi tan solo, y yo tambien estaba tan sola, no lo se, solo crei que ne entenderias—

Ereos la miraba con atencion, pero despues de terminar Ereos vio el piso con nerviosismo, pensando en que es lo proximo que va a decir.

—Si te soy sincero, tengo que agradecerte, en estos ultimls dias, he hecho mas cosas de las que un guardia de mi mundo haria—Y con un pequeño nudo en la garganda dijo— Creo que ya puedo morir en paz—

Esas palabras conjelaron la mente de Denisse, las manos le empesaron a temblar, ¿su armadura siempre habia pesado tanto?, o es que ella nuevamente se enfrentaba a ese vacio en el pecho.

—Te prometo algo, mientras yo este cerca de ti, prometo que nada te pasara— decia eso con la esperanza de ya no sentir ese vacio—Y aun te falta probar una buena manzana—

—Y a mi tambien me van a dar manzana??— Dijo un guardia imitando la voz de Ereos burlando se lo sucedido—

Los guardias se empesaron a reir

—Te hubieras callado otro rato, yo si queria que progresaran— Reprendio el salamandra—

En la cara de Ereos se notaba verguenza, pero la cara de Denisse denotaba ira pura, cuando se dieron cuanta los guardias dejaron de reir.

—Ese es el grupo al que te asignaron?— Pregunto algo molesta Denisse—

—Si, despues de que solo sobreviviera yo, me mandaron con ellos, y el salamandra les agarro cariño— dijo Ereos en un tono relajado y cauteloso, no queria hacerla enojar—

Despues de eso siguieron caminando hasta llegar al destino, al llegar, la hermana Rose vio a Denisse dejar cajas, a ella le parecio extraño, por que ella nunca vio a una Sororita hacer eso, y con el comisario a su lado ella pregunto:

—Comisario, eso esta prohibido??—

—Y yo que se, no tengo idea de como funcione su orden—