Media Naranja

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Amaneció, pero aquella mañana la voluntad de quedarse más tiempo en cama anuló todas las demás aspiraciones. Su ánimo estaba a medio kilómetro debajo del piso.

No podía abrir los ojos, sus párpados parecían estar bloqueados como la cremallera de su viejo abrigo. Unos minutos después, pudo abrir escasamente menos de la mitad del portal de sus párpados. De esta manera vio todo a medias.

Se sentía una media naranja buscando a su otra mitad. Esa mañana medio desayunó. Fue a la universidad caminando a medias y, a medio camino, se medio distrajo con medio mundo. Luego se sintió sola, como en medio de la nada y esa distracción hizo que llegara tarde a su clase de medio ambiente.

Allí medio puso atención y medio conoció a un chico medio agradable al que medio le sonrió. Lo curioso es que aquel tipo también le medio sonrió y el profesor la medio felicitó por su ensayo y sus amigos la medio saludaron.

Al día siguiente se despertó nuevamente medio aburrida y pensó que todo debía cambiar, pero no a medias. Por eso tomó una decisión radical: abrió completamente sus ojos. Mágicamente con ellos también se abrió su voluntad y vio que aquel chico le sonreía, no a medias, sino al cien por ciento; sus amigos la saludaban con plena alegría, su profesor la felicitó por su gran ensayo y semanas después abandonó completamente y no a medias, aquellos pensamientos que la atormentaban.

Desde aquel día se sintió una naranja completa y en aquel chico encontró otra naranja. Estando juntos se sentían dos maravillosas y armónicas naranjas; y cuando estaban solos eran cada uno una naranja y no media.

Una mañana junto con su chico estuvo recorriendo aquel viejo camino. Decidió hacer una pausa a pesar del clima. Se quedó mirándolo fijamente a los ojos y lo besó completamente, un beso totalmente lleno, sin dejarle espacio al mismísimo vacío. Un beso con sabor a plenitud; tan total como extraño; pues fue en medio, no de su boca, ni de su aliento, sino de la lluvia.

                                                                                   FIN

Reflexión: Así aprendí que puedo caminar sin medias, que mis pies descalzos pueden llevarme por el camino de la felicidad.

Y tú que estás leyendo esto, te invito a que me cuentes aquellos momentos en tu vida que ocurrieron a medias. ¡¡¡Soy TODA ojos!!!

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2023 ⏰

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