ƈǟքɨȶʊʟօ 6

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La primera salida de Jungkook fuera del palacio lo dejó maravillado por la belleza de los alrededores. Admiró los grandes y altos árboles desde arriba pero eran aún más impresionantes e inspiradores vistos desde abajo, ya que parecían elevarse al infinito. La vegetación era rica y verde. Había muchos árboles y arbustos, todos ellos fundidos en una masa de color y belleza. El aire era húmedo y especiado, con el olor de la tierra y el perfume de diferentes flores. No existía un lugar que no fuese verde, ninguna parcela de tierra desnuda. Toda esa belleza era casi increíble, como una imagen del paraíso.

El cuello de Jungkook dolía de estirarlo en varias direcciones para ver todo de una sola vez. Astoriano era tan hermosa. Sí, tenía cultivos ricos, vastas tierras y pastos para el ganado, pero carecía de esta increíble diversidad. Tranaden parecía un hermoso sueño. Las personas que se encontraron en el camino parecían estar en sintonía, sus expresiones eran amables y abiertas para su emperador, el respeto y el amor evidentes en sus maneras. Todo el mundo los miraba, incluso los que trabajaban bajo el sol en los jardines. Ellos no parecían sentirse asustados o dominados. Por el contrario, adoraban al emperador de una manera que pocas veces vio en su propio país.

Respiró profundamente el aire húmedo y sintió que su espíritu se aligeraba en respuesta. Ser libre de los límites del palacio, aun brevemente, era un presente de grandes proporciones.

Taehyung tomó su mano, sin soltarla, incluso cuando se encontraron con los otros en el camino. Donde Jungkook había esperado desprecio o reprobación, aquellos que encontraron en su camino, los miraban sorprendidos para después hacer una reverencia con una sonrisa en los labios, levantando la vista para observarlos con cierta satisfacción en sus miradas.

Jungkook comenzaba a pensar que Tranaden tenía mucha gente que no estaba bien de la cabeza. No podía imaginar a su propio pueblo, aceptando así que su líder escogiese a otro hombre y ostentase esa elección tan abiertamente.

Después de los primeros encuentros con algunas de esas personas, Jungkook comenzó a relajarse un poco. Taehyung apretó sus dedos, brindándole una sonrisa llena de malicia.

Jungkook bufó como hizo varias veces con anterioridad. —¿No puedes al menos decirme dónde vamos?

Taehyung negó con la cabeza como hizo tantas veces antes, irritantemente determinado a mantener el secreto de su destino. Jungkook se quejó un poco, pero le encantaba la sensación de la mano de Taehyung sobre la suya, el día era muy agradable para estar enojado por algo tan trivial.

Ellos atravesaron un bosque de árboles más pequeños que se arqueaban sobre el camino,encontrándose en la cima y convirtiéndose en un túnel verde, era algo maravilloso. Taehyung se detuvo, acercando a Jungkook contra su pecho, y colocando un beso suave en sus labios. Sus ojos eran cariñosos, cuando acarició la mejilla de Jungkook.

—Muchas veces, quise compartir estas cosas con alguien, caminar con él, para mostrarle las maravillas de este lugar... y aquí estás. —Inclinó la cabeza para otra reunión de labios, esta vez más intensa y necesitada.

Cuando se apartó esta vez, Jungkook sintió un nudo en su garganta al ver la expresión en el rostro de su amante.

—Gracias. —Fue todo lo que dijo Taehyung, pero las palabras fueron directo al corazón de Jungkook.

Habría hablado, pero Taehyung se volvió y continuó caminando.

Jungkook no podía dejar de sonreír. Su amante se abría por momentos y después se cerraba, no estaba acostumbrado a expresarse. No importaba, Jungkook sabía lo que quería decir, sabía lo que estaba detrás de las palabras.

Era suficiente.

Cruzaron el arborizado túnel bajo el sol y se aproximaron a un enorme edificio. Entraron por unas inmensas puertas, Jungkook se sintió completamente empequeñecido por su tamaño, hizo una pausa para dejar que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad.

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