Bind

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Pisar Bind siempre le pareció como si volviese a casa, a su hogar. Se había criado en esas calles y había vivido en ellas hasta el final. Luchó por ellas hasta el incidente y sin su familia a su lado, la lucha le pareció inútil y el trabajo lo llevó a un cambio de aires, lo trajo a Valorant. Volver, entonces, era una mezcla agridulce. La sensación de la arena árida, el calor, al menos le eran agradables. Tener una oportunidad más de proteger esa tierra, le hacía sentir mínimamente afortunado.

"Aterrizaje en treinta segundos. Prioricen los cinturones y aléjense de la puerta" la IA de la nave anunció a todo el equipo del aterrizaje, haciendo que estos se sentaran y acatasen las normas de seguridad sugeridas.

"Yoru, el cinturón" dijo la sanadora mientras se aseguraba a su asiento de forma responsable. Sage siempre procuraba cuidar de su equipo y si eso la convertía en una mandona poco agradable, lo sería a mucha honra. La vida era preciada y los accidentes sucedían, no sería la primera vez que alguien caía en pleno vuelo de la aeronave, había sucedido antes y seguramente volvería a suceder, pero en ese presente, mientras ella estuviese a bordo, no dejaría que ocurriese. "Yoru..." repitió una vez más, dándole al duelista el beneficio de la duda, pensando que no la había escuchado y que no la ignoraba completamente.

Del japonés salieron unas palabras silenciosas que reprochaban, poniéndose el cinturón a disgusto y cruzándose de brazos avergonzado. Si algo caracterizaba al cruza grietas era ese aura rebelde y solitaria. Y a veces, hacer aquello que le decían a pesar de no estar de acuerdo con ello le provocaba un malestar, relacionado a la debilidad, como si cumplir órdenes fuese señal de inutilidad. "....." mantuvo su silencio para olvidar el momento, sintiéndose observado y juzgado cuando en realidad no lo era. Los agentes no prestaban atención a estas cosas y a diferencia de su pensamiento, no veían ningún signo de debilidad, al contrario, su rol como duelista del equipo era alabado y respetado.

"Gracias Yoru. Intento evitar desgracias como las de Rusia. No viste como Sova se lanzó sin pestañear al vacío..." agradeció amablemente, rodando los ojos al explicar esa corta historia que el duelista no presenció pero sí escuchó hablar de ella. Sage era bien conocedora de todos los malestares de la base y los de Yoru no eran una excepción, intentaba decirle sin palabras que no se veía débil al ser amable y ponerse un cinturón, eso no le hacía verse menos "guay".

"Hace calor... Mis amigos y yo preferimos el frío ¿Cierto, Mosh?" preguntó Gekko a una de sus criaturas, notando como ninguna salía de su riñonera. Las comprendía, Bind había resultado ser mucho más caluroso de lo que se había imaginado.

"Bienvenido a Bind, Gekko. Tendrás que adaptarte hasta confirmar que todo está bien... o abatir a todas las amenazas" dijo el centinela, que aún abrochado y asegurado a su asiento, manipuló todo su equipo con agilidad, como siempre hacía antes de un operativo. "No detecto nada relevante... esta vez o son muy silenciosos o simplemente no hay nadie" guardó su PDA de nuevo en su gabardina.

"Siempre tuve curiosidad, Cypher... ¿Cómo sabes todo eso? Quiero decir, muchas veces sabes lo que vamos a encontrarnos incluso antes de haberlo visto" el iniciador preguntó con curiosidad. De todas las incursiones de vigilancia que había hecho, la gran mayoría fueron asistidas por Cypher desde la base. Les avisaba de los números enemigos o incluso de los civiles. Sus métodos eran verdaderamente útiles.

"Porque es un metiche" la voz de Yoru silenció la aeronave, dando la sensación de haber opacado hasta el sonido del aterrizaje. Miró a sus lados confundido, consciente del silencio. "¿Qué?". El duelista sintió un escalofrío recorrer toda su espalda, como aquellos que sentía muchas veces cuando sabía que estaba bien "jodido". Fue Omen la fuente de esa sensación esta vez, lo miraba de forma fija, casi podría haber jurado que de forma amenazante y de no haber estado en el mismo equipo, ya lo hubiese atacado.

Una taza de té muy cara | Parte II |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora