-Hemos llegado-dice mi primo.
-Madre mía...-digo casi sin poder articular palabra.
Es una mansión. Una jodida mansión de tres plantas. Con una fuente en el centro y un aparcacoches. Lleno de árboles y flores de todo tipo. La mansión está llena de ventanas doradas y es de color negra la fachada.
-Bienvenida a la buena vida de Barcelona prima.
Está todo lleno de gente, con el frío que hace no sé muy bien que hacen en el exterior, pero hay gente por todos lados. Con vasos de alcohol en la mano y bailando al ritmo de la música que sale por unos altavoces gigantes.
Paramos el coche justo en frente de la puerta de la mansión y un señor de unos 70 años me abre la puerta del coche para que salga.
-Gracias.
-De nada señorita-me dice el hombre.
-Manu, estoy flipando-digo.
-Pues no has visto nada todavía-dice cogiéndome del brazo para caminar.
-No entenderé nunca el humor de los ricos.
-Venga, vamos, nos están esperando.
Nos abrimos paso entre la gente y por fin accedemos al interior. Hay más gente todavía de la que hay fuera y todo es más bonito y elegante, por no decir extravagante. Creo que no me gustaría vivir aquí, es demasiado, demasiado para alguien como yo. Prefiero la sencillez y lo minimalista.
-Ella es Sara-dice señalando a una rubia que habla con un grupo de gente.
Increíble, esa sería la palabra que usaría para describir a la novia de mi primo. Tiene una melena larga que lleva recogida de un lado, es increíblemente alta y delgada, pero tiene un trasero perfecto y los pechos juraría que son operados. Ojos azules, labios gruesos, pómulos pronunciados... Entre como es ella y la casa donde vive pareciese que estoy conociendo a la mismísima Barbie y no, no exagero si digo que lleva el vestido más bonito que he visto en mi vida, largo con un poco de cola al final del vestido, de color dorado y lleno de pedrería, las mangas son transparentes y el escote es pronunciado, pero elegante.
Si llego a saber que la fiesta iba a ser así, no me hubiera puesto la ropa que llevo ni loca.
-¡Mi amor!-dice Sara corriendo hacia Manu.
-Felicidades cariño-dice besando sus labios.
Hacen buena pareja.
-Hola, debes de ser Cloe, Manu me ha hablado muchísimo de ti-me dice Sara sonriendo.
-Y tú debes de ser Sara, es un placer y felicidades, por cierto-digo.
Nos damos dos besos y Sara nos invita a ir con ella a coger unas copas de champán que lleva un camarero en una bandeja.
-Podéis coger todo lo que queráis-dice Sara.
Es muy simpática, demasiado. No puedo opinar más sobre ella porque no la conozco, pero joder, no tiene un solo defecto según lo que estoy conociendo. Guapa, simpática, amable, millonaria...
¿Quién no querría ser como ella?
-Espero que lo pases genial en Barcelona Cloe y si en algún momento necesitas una amiga puedes contar conmigo-me dice.
-Muchas gracias.
-Además, tú primo no es tan divertido como yo y al fin y al cabo, es un hombre-dice riéndose mientras coge a Manu del brazo.
-Estaría bien tener a alguien conocido por aquí, si, aunque voy a estar unos días bastante ocupada, buscando trabajo.
-¿Qué experiencia o estudios tienes?-me pregunta.
-Bueno, dejé por motivos personales la carrera de educación infantil, me encantan los niños pero nunca he trabajado en nada, solo en mi blog de ayuda a personas con problemas familiares o sentimentales.
-Cloe, tengo el trabajo perfecto para ti, mañana tienes que ir a la dirección, Carrer del Congrés 72, allí tan sólo llama a la puerta y di que vas de mi parte-dice Sara.
-¡No!-chilla mi primo.
-¿Qué pasa?-pregunto extrañada.
-¿Estás loca Sara? Es mi prima de quien estamos hablando-dice Manu.
-¡Parad! Yo decido sobre mi vida Manu, no necesito a nadie, tengo 23 años, puedo manejar mi vida-digo enfadada.
-Es tú mejor amigo-susurra Sara a Manu.
No consigo entender muy bien de qué va todo esto, pero por la cara de mi primo no parece ser buena idea donde me estoy metiendo, pero voy a ir, necesito un trabajo y así va a ser.
-Por eso mismo Sara-dice que él.
-No te asustes, mañana cuando llegues allí te lo explicarán todo, créeme, no es tan malo.
-Genial, no le tengo miedo a nada.
Veo que mi primo se lleva las manos a la cabeza y niega todo el rato.
-Manu, vale ya, no entiendo porque te pones así.
-Porque no me parece bien, pero eres adulta, así que no te diré nada más, ni te contaré nada, tú vete mañana y ya está.
-Te quiero primo.
-Yo a ti también, ya lo sabes.
Pasamos la noche bailando y charlando. Me lo estoy pasando demasiado bien, nunca había estado en una fiesta así y me está gustando este ambiente. Solo he bebido dos copas, si mañana voy a una entrevista de trabajo, no quiero tener resaca.
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Un golpe de suerte
Novela JuvenilCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...