"When I'm with you, hell feels like heaven"
Sobrevivir a un apocalipsis ya es difícil sin tener que preocuparse de romances adolescentes, pero, ¡oh sorpresa! Ariadne Jones se enamoró de Carl Grimes.
Ahora tiene que sobrevivir el fin del mundo y al b...
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—Carl?—pregunté preocupada al entrar a la habitación.
Rick y Lori acababan de hablar con el menor, pues finalmente había despertado después de haber sido disparado por Otis, quien debido a la culpa nos acogió en su hogar.
Ya adentro examiné la habitación cuidadosamente. La granja en general parecía antigua, los muebles tenían un diseño de los sesentas, los cuadros mostraban pinturas que ya no se acostumbraban a hacer y el piso rechinaba cada vez que alguien lo pisaba, como si estuviera sufriendo ante el tacto de desconocidos.
El cuarto en donde Carl se hospedaba no era una excepción, pues a unos metros de la cama habían unas sillas de color verde oscuro, del mismo tono que el bosque en donde Sophia había desaparecido, y unas rosas estampadas en ellas.
Finalmente dirigí mi vista hacia Carl, quien me observaba directamente mientras sudor caía por sus mejillas.
Sus ojos azules resaltaban aún más debido a la luz del sol y podía notar sus pequeñas pecas, las cuales se esparcían a lo largo de su rostro.
—¿Cómo estas?—pregunté, alejando la mirada de los azulados orbes de Carl.
—He estado mejor—rió—Mi papá dice que ahora soy un guerrero como él. ¡Ambos tenemos una herida de bala!
Carl levantó ligeramente su camisa, lo suficiente para notar la venda que llevaba en el abdomen, justo donde le habían disparado.
Solté una mueca al verlo, sin embargo rápidamente cambié mi expresión a una sonrisa, pues lo último que quería era hacerlo sentir mal.
—Supongo que tendré que dejar de llamarte perdedor.
—Que pena—dijo sarcásticamente—Es que solo los ganadores sobreviven a un balazo—sonrió orgulloso.
Durante los tres meses que había estado en el campamento, noté que Carl aspiraba a ser policía, y no fue hasta que su padre apareció, que me di cuenta del porqué.
Un detalle del pequeño Grimes, era que cada vez que observaba a Rick, lo hacía con admiración en los ojos. Supongo que Carl quería parecerse a su padre ya que, al igual que muchos otros niños -incluyéndome-, su padre era su superhéroe, y el hecho de haber recibido un balazo los hacía similares.
—Bueno, tan ganador no eres—rodé los ojos—¿Como te vas a divertir si estas siempre acá? Si me preguntas a mi, eso se llama perder.
