Única parte.

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—Maestra, creo que no me siento bien, ¿Puedo ir a enfermería?

Preguntó un joven Luzu, mirando a la docente en forma de súplica para que lo dejara ir.

Su madre había notado su malestar desde la mañana, pero el insistía que podía soportarlo estando en el colegio, pero al regresar de la primera hora de receso, su malestar estomacal regresó. Una gripa era pasable, pero su estómago era más sensible todavía.

—Está bien, Luzu, deja que Alex te acompañe, ¿Si?

Luzu asintió, viendo como Alex se levantaba para ir a su dirección, en su rostro se podría ver la preocupación por él.

Salieron de su aula y dieron en dirección a la enfermería del colegio, Luzu se veía bastante mal que en cuanto llegaron ni tiempo de decirle a la enfermera lo que tenía le dió, pues llegó directo al baño a desechar todo lo que había comido en la mañana.

—Está así desde hace rato, creo que es alguna infección en el estómago o que se yo.

Comento Alex a la enfermera, con preocupación a la vez que Luzu regresaba.

—Entendido, Luzu, ¿Puedes recostarte en la camilla?

Luzu asintió a duras penas, yendo a la camilla para sentarse con cuidado y recostarse, no estaba del todo cómodo, pues aún sentía como su estómago daba guerra.

—Alex, puedes regresar a tu Aula.

Comentó la enfermera y este negó.

—No, ni mergas, yo a él no lo dejo solo hasta que venga alguien por él.

Luzu se sorprendió, pues no había pasado mucho tiempo con Alex como para que se quedara con el.
No iba a mentir, le extrañaba, pero le gustaba, había sido flechado por el chico tiempo atrás, pero jamás se animaba a acercarse por temor al rechazo.

La enfermera solo le restó importancia y comenzó a revisar a Luzu, por fuera todo parecía ir en orden, el problema venía de adentro.

—Ya veo, Luzu, tienes calentura interna, por eso comienzas a vomitar todo lo que ingieres. ¿Recuerdas el vaso de agua que tomaste hace unos momentos? Lo vomitaste porque tu estómago está caliente, y el agua al estar fría causó esa reacción, necesito el número de tus padres para que puedan recogerte y llevarte a casa.

Él inmediatamente se los pasó, pero ninguno atendía al llamado. Suspiró, detestaba que se ocuparan demasiado, pero lo entendía.

—No lo entiendo, ¿Por qué no solo me deja ir?

La enfermera negó.

—Porque tus padres necesitan venir por ti, no podemos dejar ir a los menores así nada más, sería poco profesional, además de que puedes empeorar, seguiré contactándolos a ver si contestan, ¿Sale?

Y la enfermera salió, dejando a ambos chicos solos en un silencio incómodo, mismo que Quackity decidió romper.

—Lusu, estabas así desde la mañana, ¿Por qué no dijiste nada al momento?

Miró con sorpresa al chico, se supone que lo había disimulado muy bien.

—¿Me estabas viendo?

Y Quackity se puso colorado, pues era completa verdad.

—Este... Sí... Bueno, cabrón, ¡Yo puedo ver a dónde yo quiera!

Y se cruzó de brazos, volteando la cara para que el castaño no lo viera lo que ocasionó que soltara una risita.

—Solo creí que podía soportarlo... No quería dar molestias en la escuela.

Quackity se acercó hacia el, quedando a solo centímetros de la cara contraria por lo cual, Luzu comenzó a sentirse nervioso.

Jamás esperó recibir un cabezazo.

—No digas mamadas rey, cuando se trata de la salud jamás serías una molestia.

Luzu sintió un cosquilleo ante las palabras ajenas, iba a decir algo, pero el timbre de las tres comenzó a sonar, oh, no.

—Alex, debes irte.

—Pero, ¿Por qué, mi buen? Si ya te dije que yo de aquí no iba a mover ni un dedo.

—Las clases de teatro están por comenzar, es tu materia favorita, no te la pierdes por nada del mundo, y...

—Ah, cabrón, ¿Cómo sabes eso tú, eh?

Quackity sonrió divertido, era momento de regresársela. Luzu por su parte se puso nervioso.

—Vamos a la misma clase, chaval, es imposible no mirarte y ver la emoción en tus ojos cada que suena el timbre a esta hora...

Admitió avergonzado, sin mirar al chico de gorro.

—En fin, deberías ir y no perder el tiempo conmigo...

—Luzu...

Quackity le interrumpió.

—Por ti pendejo, perdería el año si fuera posible... ¿Quién no quisiera estar en enfermería con el lindo chico emo misterioso que se sienta hasta atrás?

Luzu estaba en completo shook, ¿Estaba siendo correspondido?

—¿Qué... Qué has dicho?

—Oh, pues, que me gustas, pendejo. Y si me rechazas ahorita mismo te doy una carga eléctrica en el pecho hasta que tú me digas que yo también a tí te gusto.

Y volvió a voltearse ahora el, tal vez no se debió declarar en ese momento, tal vez y fue muy precipitado y Luzu estaba en completa confusión.

—También me gustas, Quacks...

Y el pato ni pudo evitar mover sus alitas de felicidad, entre sonrisas se acercaron más y más, dándose un pequeño y tímido beso, que a su parecer, había sido dulce.

—Creo que nos quedaremos aquí hasta el final de clases.

—No me importa mientras sea contigo.

Fin.

•°•°•°

Basado de un anónimo que vi en Twitter.

Se les quiere.

Bais. :]

I'll take care of you. [Luckity] [One-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora