Problemas con la policía

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《Scarlet Pov》
Londres. 7:15 PM

Iba caminando hacia casa de Rae para entregarle los tres paquetes de marihuana que me había encargado... bueno, en realidad eran cuatro, pero una también tiene necesidades, más aún si tienes a un chico como Brad contigo.

Llegué a casa de Rae y le grité para que supiera que estaba afuera, ella en respuesta gritó con demasiada euforia y dijo que igual estaba afuera,aunque en realidad estaba dentro de la casa... era obvio que había estado fumando, esta chica inhala a más más humo que aire puro. Entré a su casa y la encontré en la sala, tirada en el sofá diciendo algo sobre la luna y la crema batida.

-Tengo hambre, Estrellita - Dijo mientras se levantaba del sillón y se acercaba a mi -. Deberíamos ir a comer algo... ¡Quiero unos aros de cebolla!

-Soy Scarlet, imbécil - Ella abrió los ojos como platos y después comenzó a reirse -. Págame los tres paquetes y luego vamos por tus aros.

Después de que Rae casi se mata mientras caminaba para ir a buscar el dinero y pagarme, fuimos por sus aros de cebolla, entramos a una tienda y ella pidió lo que hizo falta para quitarse el hambre.

-Me da dos hamburguesas grandes... sí, ambas con tocino, dos cajas de patatas fritas, grandes también y tres paquetes de aros de cebolla, ah sí, y un helado de vainilla doble con chocolate derretido encima, para llevar - Dijo, y la cajera se le quedó viendo algo sorprendida.

Ella estaba acostumbrada a que las personas la vieran raro al pedir semejante cantidad de comida, aveces hasta llegaba a sorprender que pudiera comer tanto. Medía metro y medio y era delgada, ¿Dónde le entraba tanta cosa? Era uno de los muchos misterios de Rae O'connor.

Regresamos a su casa y a los 5 minutos yo ya estaba tan drogada como ella, Rae comenzó a comer y empezamos a hablar de mi segundo tema de conversación favorito: Brad (mi tema favorito era yo, obviamente). Todo iba bien, hablábamos del tiempo que llevábamos juntos él y yo, de algunas personas escapadas que tuvimos y otras cosas, después de eso, Rae hizo la gran pregunta.

-¿Han... ya sabes... follado alguna vez? - Al oír eso casi me ahogo con el humo de mi cigarrillo, lo peor (o bueno, lo mejor) es que su pregunta tendría una respuesta afirmativa.

-Sí - Confesé - ¿Obviamente recuerdas la fiesta en casa de Daniel, en la que lo conocieron? - Rae asintió sin decir nada - Pues en esa fiesta fue la primera vez, cuando estábamos limpiando la casa, creo que recuerdas que nos desaparecimos y pues en ese rato que no estuvimos... pasó, fuimos a un cuarto y él comenzó a besarme y luego, cuando me di cuenta, ya estábamos en la cama.

Rae se quedó boquiabierta por lo que le acababa de decirle, pero no quería contarle más, así que encendí un porro y se lo dí. Le dije que tenía que irme y ella no puso objeción.

Salí de su casa y diez minutos después llegué a una bodega... no, lo dije mal, no era nada más "una bodega", era LA BODEGA, para hacer la historia más corta, lo explicaré a modo que sea fácil de entender. Tengo muchos negocios ilegales, el del tráfico de marihuana (en el cual, la que se encarga de destribuirla es Rae, este es el único negocio que conocen los chicos), la creación de pasaportes falsos y compra y venta de mercancías ilegales en varios países. Entré y encendí las luces, unos segundos después, varios chicos salieron de entre unas cajas o de las salidas de emergencia. Comencé a caminar por el pasillo central y vi las cajas con la marihuana en orden, el lugar en donde se hacen los pasaportes falsos y demás, por el momento todo iba bien, según los chicos, la policía ni siquiera había pasado por aquí. Después de un rato llegó Brad a buscarme, salimos y enfrente de la bodega estaba su motocicleta, ambos subimos a ella y le dije que fuéramos a mi casa, todo estaba tranquilo hasta que un auto negro apareció detrás de nosotros, al principio no le dimos importancia porque pensábamos que se iba a desviar dentro de un rato, pero no fue así, a donde nosotros doblabamos el auto lo hacía, nos estaban persiguiendo, por un momento pensé que sería porque íbamos a exceso de velocidad o algo por el estilo, pero me volví a equivocar, el tipo que venía dentro del auto confirmó mis sospechas. Bajó la ventanilla y comenzó a gritar.

The Crew: Fugitivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora