Prologo
El año 2021 es el momento en que la ciencia y la tecnología se han desarrollado tanto en la Tierra que hay planes para realizar viajes que lleven a los seres humanos al espacio. Pero hay algo que no ha desaparecido con el tiempo: lo contrario de la ciencia, que es la creencia en lo invisible. Incluyendo la superstición y el destino.
Y ahora me enfrentaba a un experto en la materia.
"Hmm... Rahu también nació en el signo zodiacal. Tu destino es tener mala suerte".
Sonó la voz ligeramente ronca de una jubilada vestida totalmente de blanco. Tras anotar la fecha de nacimiento, me senté y garabateé un poco en el papel. Los ojos fulminantes de el adivino me miraban fijamente a la cara mientras yo intentaba no suspirar accidentalmente para no ser descortés, pero pensaba cada segundo en mi corazón.
¿Por qué tengo que sentarme aquí...?
"Echando un vistazo, ya debes haber pasado por muchas cosas. En el horóscopo también hay reglas sobre los accidentes".
"Sí, tía, últimamente han pasado muchas cosas. Hace un mes, su teléfono desapareció. Hace una semana, estuvo a punto de ser atropellado por una moto. ¿Qué le pasa, tía?". pregunta apresuradamente la persona sentada a mi lado. En secreto, miro a mi mejor amigo y me doy cuenta de que sus ojos parecen más serios y atentos que los míos, a quien iba dirigida la pregunta.
"No es un dolor grave, pero mirando el horóscopo, es probable que pronto ocurra algo bastante serio. Es como un karma del pasado. Sin embargo, es inevitable. Por ahora, sigue yendo al templo, haciendo méritos, rezando, meditando y difundiendo bondad. Ayudará a pagar el precio".
"...Sí", respondí en voz baja. Después de eso, me senté y escuché a mi mejor amigo hacer preguntas sobre varias cosas del futuro a la tía adivina. Personalmente, lo que me dice un adivino me entra por un oído y me sale por el otro.
Me llamo Na Khun Phatthanathada, acabo de cumplir veinte años el mes pasado. Soy estudiante de tercer curso de la Facultad de Humanidades, especialidad en Inglés, en una conocida universidad del centro de la ciudad. Antes, mi vida siempre había sido normal. Hice buenos amigos en una buena sociedad. Con un aprendizaje fluido, notas satisfactorias. Pero después de mi vigésimo cumpleaños, mi suerte pareció disminuir sin motivo aparente.
NT: Traduciendo una obra de un chico que estudia traducción que raro
Empezó perdiendo mi teléfono. Los resultados de mis exámenes parciales son con notas estrechas, así que podría haber suspendido por muy poco. El documento analítico que envié al profesor estaba fragmentado en trozos malos. He tropezado con frecuencia al caminar. Y más recientemente, como dijo mi amigo, la semana pasada casi me atropella una moto.
¿Lo del horóscopo o el karma del pasado de la tía adivina? Creo que es sólo mi negligencia. Casi me atropella una moto por no mirar bien. Perdí mi teléfono porque lo dejé accidentalmente en un baño público mientras me lavaba las manos. La nota bajó porque ese día tenía una migraña tan fuerte que no sabía qué hacer en el examen. Pero Thithat, o Ai'Thi, mi mejor amigo que cree en las supersticiones, no pensaba lo mismo. Pensó que estaba teniendo mala suerte y por eso intentó arrastrarme para hacer méritos y ver mi futuro, a lo que por supuesto no quise ir. Pero al final me engaño y me llevo a una consulta en un templo bajo un tamarindo.
"Volvamos, te llevaré al dormitorio", Ai'Thi se vuelve para invitarme con una gran sonrisa, que hace que se le cierren los ojos.
"Dijiste que me llevarías a la residencia desde que llegaste. ¿Mi dormitorio está aquí en el templo?". Miro a la persona que está a mi lado con un ligero resentimiento. La ubicación de mi dormitorio es la misma que el camino a la casa de Ai'Thi. Si alguna vez salgo de la universidad a la misma hora, suelo volver a la residencia con el, pero hoy, en principio, tenía la intención de sentarme a trabajar en la biblioteca de la universidad y volver por la tarde. Ai'Thi me presionó y me pidió que condujera yo.
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Filo conduttore del tempo
MaceraIl tempo passa, il tempo va e il tempo svanisce, ma l'amore rimane sempre.