Todos los días pienso, ya es hora.
-¿Hora de qué?.
mi despertar es caótico, los susurros con el pasar de las horas terminan como gritos desgarradores, suplicando por su libertad, el encierro los vuelve locos, buscan a un responsable, buscan a un enemigo o todos son mis enemigos.
Mi mente se nubla, la razón dio paso a la locura, en que parte de la historia mi cordura está dependiendo de un puto hilo.
Ese hilo con el pasar de los años y las décadas se vuelve cada vez más fino, como una hebra de cabello tan bello pero muy débil.
El momento más caótico comienza con una crisis de llanto comienza, pero nunca termina, ¿Porqué?, ¿Dónde estoy? Y la más desgarradora ¿Quien soy?. Esa interrogante se vuelve un poco personal, tan personal que me vuelve alguien vulnerable, pero el llanto no pasa, solo se vuelve más fuerte tan fuerte que duele, me asfixia, mi mundo se vuelve pequeño como una burbuja que al rato de reventarla el golpe a la realidad es como una cachetada, el razociño da paso pero el caos que deje atrás aparece como mil voces juzgando me sin un filtro por en cima, las daños que causó se vuelven un tormento por que ya no me importa, no me importa ver cómo me destruye, alimenta mi alma en pena, pero ver tus ojos como se apagan me lastiman por que me juzgas, ¿Soy tu niña? Me vas amar aún viendo todo el caos que cargo o me dejaras como lo demás.
Son las 3:00am y mi mente sigue activa grita, pelea, llora se destruye¿Ya no más? Cuando termina todo este martirio, dices que me victimiso pero no vez que te pido a gritos que estoy mal que me salves¿Por que no me salvas?.....¿Aún soy tu niña? Dímelo hasta que se me grave en la cabeza y el corazón por que no siento nada de eso,el abandono me consume cual droga volviéndome su mejor aliada, parecida a la soledad de mi niñez, por que debo ver cómo todos se van.....
