Durante esta semana el único tema de conversació havia sido la fiesta del viernes, tenía a todos muy emocionado, cuchicheando todo el día sobre eso.
__ ¡Halan! -llega melisa y me abraza muy alegremente-
__ ¡Wow! ¿A qué se debe tanta felicidad?
__ Sabes que estoy en un concurso de pintura donde el ganar ira a mostrar su arte a los museos de la ciudad -yo asenti- pues gané -dijo súper emocionada y dando mini brinquitos-
Yo la abrace lo más fuerte que pude, aunque no me sorprendía. Melisa hacia aquellas pinturas del corazón y mi madre dice que todo lo que hagas con amor lo podrás lograr, los límites están solo en la mente.
__ Felicidades, estoy súper feliz por ti y muy orgulloso se que te has esforzado muchísimo en esto y que lo haces con amor y ya llego el tiempo de que muestres tu talento y brilló al mundo. -dije con una gran sonrisa-
__ Gracias por apoyarme cabeza de rulos.
Melisa tuvo una sonrisa de oreja a oreja durante todo el día, se podía ver su alegría a 500 Kilómetros de lejos, y ella se merece eso y más.
Luego de salir de la escuela fuimos a comer helado en forma de celebración, algunos creerán que es algo tonto o qué debimos hacer una fiesta a lo grande, pero para mi amiga y yo hacer fiestas no es la única forma de celebración.
Estuvimos caminando y hablando muy animademente hasta que mi amiga detiene su andar, haciendo que yo también lo haga.
__ ¿Sucede algo?
__ ¡Si! Solo es que me acordé de que tengo algo para ti. -dijo empezando a rebuscar en su bolso, luego de mucho buscar me paso un sobre el cual mire con confusión-
Era una carta de una... ¡Academia de danza!
Melisa vio la gran sorpresa que traía y decidió hablar:
___ La academia de danza esta buscando nuevos talentos y pues una amiga estudia ahí y me consiguió esta audición.
__ Melisa, esto es increíble -dije que una gran sonrisa que desapareció al recordar el porqué no bailaba- pero no puedo aceptarlo.
__ ¿Qué? ¿Por qué?
__ A papá no le gustará, dice que la danza es solo para chicas y los hombres que lo hacen son maricas. -dije repitiendo las misma palabras de mi padre-
__ Halan, te tiene que gustar ¡a ti! Te tiene que hacer feliz ¡a ti! Te tiene que dar felicidad ¡a ti¡ No a los demás.
__ Gracias Meli, pero aparte también tengo mucho tiempo que no bailo, debo estar oxidado.
__ ¡Ay! tantos peros y peros ¿esto no es lo que te gusta? -pregunto a lo cual asenti- pues hazlo que no te importe los demás, y si ese es el problema pues al solución mi amiga se ofreció a entrenarte.
__ ¡¿En serio!?
__ Si.
__ ¿Quién es esa amiga?
Pude ver como una chica se acercaba a nosotros, me parecía conocida y tuve que rebuscar en mi mente para llegar a su nombre, era...
__ Jenia -la salud animadamente-
__ Hola Halan.
__ Espera ¿ustedes se conocen? -dijo confundida Melisa-
__ Si, hemos hablado algunas veces. -respondio Jenia-
__ Pero que pequeño es el mundo ahora serás mi maestra.
__ Entonces aceptaste.
__ Eso creó. -deje algo avergonzado, recibiendo una mirada fulminante de Melisa-
__ ¿Creés? -Repitio mis palabras Melisa, haciendo más aguda mi duda-
__ Yo... yo. No lo sé. -agache mi cabeza-
Me estaban dando la oportunidad de hacer lo que más me gusta en este mundo y no puedo decir un puto si.
__ Piensalo y cuando esté seguro ya sabes donde buscarme. -fue lo que me dijo Jenia-
Ese momento está rebobinado una y otra vez en mi cabeza, todo el día una y otra vez. Estoy mirando el techo de mi habitación mientras las dudas revolotean en mi cabeza.
¿Por qué no pude decir si?
¿No era eso lo que quería?
Coloqué mi almohada sobre mi cara para ahogar un gritó de desesperación en ella.
Si, sabía las respuestas de esas preguntas pero no lo quería aceptar. No quería aceptar que me aterraba hacer lo que me gusta, me aterraba que no lo pudiera lograr, que fallará en el intento o que mi padre me descubriera. Tantas cosas podían salir mal y cada una de ella me aterraban. A veces no entiendo muy bien mis emociones y este es uno de esos casos. Se me hace algo absurdo tenerle miedo a algo que quieres, que anhelas, que deseas con alma.
Pero así me sentía yo, con miedo a lo nuevo, con miedo a lo inesperado.
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Halan: ¿Cuándo acabará la tormenta?
Teen FictionDetrás de una sonrisa hay una mentira, personas con su equipaje van por la vida, sonreír para no llorar y llorar cuando no puedes más. Todo tan monótono es. Tragedia, llanto, sufrimiento, soledad y melancolía, qué aveces me pregunto si podré encontr...