XXIII | Evan Scott

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TAZ

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TAZ

Dalton y yo habíamos llegado al departamento donde estaríamos solos mientras las chicas seguían dando la vuelta por ahí. Una cajetilla de cigarrillos, dos sofas dando una vista hacia el balcón eran nuestro escenario para charlar sobre está plática a fondo que tendríamos.

Dalton tenía algunos tatuajes por todo su cuerpo, diría que tiene el triple de tatuajes que yo ya que la única área que tiene sin tatuajes es el rostro. Miraba como le daba algunas caladas a su cigarro mientras seguía sin decir una palabra, no puedo ni imaginar lo difícil que es hablar de esto.

— Lo siento, ni siquiera se por donde empezar hermano — Sonríe un poco —. Taz, solo dejemos está conversación en qué las personas que tenemos como padres son una porquería, abandonaron a sus hijos y simplemente finjen tener ese sobrenombre para ocultar lo terribles padres que fueron — Hace una mueca  —. Mejor dime, ¿qué ocurre con Hannah?, creí que irías con ella a dar la vuelta o yo que sé

— Supongo que esos eran los planes que yo quería pero decidi que hoy tomaría este día solo para ti, recuerda que pronto me someteré a una eutanasia y no podremos estar juntos una vez más — Sonrió un poco.

— Espero que siga siendo una broma, nos tenemos mutuamente Tarek Skylar y si decides morir es por qué en verdad eres una persona débil que no es capaz de afrontar los problemas que se le cruzan — Bufa.

— Sí, soy débil Dalton. La enfermedad está acabando conmigo, ni siquiera sé si podré terminar con este concurso, pero solo espero aguantar para poder morir y que todos puedan decir que siempre fui el mejor cafetero de todos, sí te soy sincero, extrañare el horrible café de Hannah — Río un poco.

— Vuelve a decir eso y te partiré la cara — Bufa y después ríe ante el comentario que había dicho sobre Hannah.

Ambos nos habíamos pasado el resto del día entre bromas, las chicas aún no volvían del lugar al que sea que hayan ido. Note que Dalton es todo lo contrario a la persona que en realidad creía que era, es un hombre fingiendo ser un rebelde malo en busca de venganza pero fuera de eso él es completamente diferente a lo que mi perspectiva tenía. Sí, lo que hizo dejo una marca en mi corazón pero hay una marca más profunda y esa es el hecho de que mi madre aún viéndome a los ojos jamás me hizo mención de la existencia de Dalton.

El día había terminado, ni siquiera había visto a Hannah en lo que restaba de la noche ella simplemente había decidido irse a dormir para mañana ya que el concurso iniciaría a las cuatro de la mañana, hasta este punto Lauren debe estar informada acerca de que no será mi ayudante, es incómodo mirarla a los ojos después de lo que ocurrió. Mañana será un día nuevo, ojalá todo vaya bien sin complicaciones en mi ritmo cardíaco ya que la academia no tiene ninguna información acerca de la enfermedad que tengo.

El toque de la puerta de la habitación hace que me despierte de golpe, noto a través del ventanal los rayos del sol apenas asomarse, sabía que algo iba mal. Corro a abrir la puerta y noto a una Hannah completamente arreglado con una bolsa de mano donde quizás traería su mandil que necesitaría.

El café de Hannah | Taz Skylar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora