32 - Indicios Ostiles

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El sol acababa de salir.

La luz ingresaba fasilmente por las ventanas de vidrio de una habitación, en la cual se podría apreciar al caballero Bercouli recostado y empezando a moverse lentamente porque un pequeño rayo de luz le molestaba la vista.

-Bercouli: ya es de día..

Miró al lado de su cama, su mujer al parecer ya se había levantado.

Se levantó, se frotó los ojos y decidió empezar su día.

Unos minutos después de arreglarse se dirigió al comedor en dónde fue recibido con el sonido de unos huevos y carne friendose y el aroma a avena viniendo de la cocina, y ahí se dirigió.

-Fanatio: Ha, Buenos días amor.

Fanátio, esa poderosa caballero de la integridad, se veía tan femenina y hogareña vistiendo una fresca blusa y vestido de tonos naranjas.

No había rastro de la Fanatio quien con cada mirada imponía respeto y silencio, igualmente se le podía decir a Bercouli, al parecer esto se debe a que están en su tiempo libre, días para desconectarse de su importante labor como Caballeros íntegros.

-Bercouli: Buenos días cariño.

La saludó con una caricia en su cintura y un cariñoso beso en la mejilla y pasó a su lado.

-Bercouli: ¿Ayudo en algo?
-Fanatio: no, ya casi está todo listo, espera en el comedor.
-Bercouli: hummm..

Sin decir nada más Bercouli se retiró.

A los pocos minutos ya estarían desayunando juntitos en el comedor.

Los huevos, el pan, la carne frita, e incluso la avena, todo para un desayuno ligero y feliz estaba sobre la mesa distribuidos en 2 platos.

- ¿Y para Liz?
- A, ella no está.

Bercouli frunció el ceño, pero no por irá, sino por confusión.

-¿Como que no está? Aún es temprano ¿Acaso tiene que entregar algunos trabajos de herrería?
-Haa.. no, nada de eso.
-¿Sigue dormida?
-No, no, tranquilo, no es nada.
-Osea, no está en casa.
-Humm.. algo así.

Fanátio continúo comiendo con un tenedor los trozos de huevo frito junto con la carne. Bercouli empezó a sentir curiosidad.

-¿Hay algo que no sepa?
-No, solo que.. nuestra hija está creciendo, o a decir verdad, ya ha crecido, ya no es una niña.
-.... Wow, como pasa el tiempo, podría jurar que el año pasado la tenía mesiendo en brazos.
-Es cierto..

-Es por ese muchacho ¿verdad?

Fanátio calló al oír está pregunta de su esposo.

- ....
- Vaya.
- No se que decir, la descubrí en la madrugada saliendo de casa a escondidas.
-¿Vestia algo inusual?
-No parecía ir a hacer algo malo.
-....

-De hecho, ví que estaba llevando esa nueva arma en la que había estado trabajando últimamente y una espada negra, al parecer de Kirito.
-Entonces fue a probar sus nuevos "juguetes" con él.
-Supongo que sí.

Ambos se quedaron desayunando en silencio por unos largos segundos, se sentía un ambiente nostálgico.

-Mi niñita - murmuró Bercouli.
-Cielo.. - pronunció Fanatio mientras tomó su mano - es lo normal, ¿recuerdas lo felices que estuvimos cuando le pasó al mayor?
-S-si.. supongo que así son las cosas.

Bercouli suspiró profundo.

-Almenos, debemos asegurarnos de que sea un buen hombre para ella.
-.... Lo entiendes.

Herrería Del Corazón (Kirito X Lisbeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora