Cap. 8

18 1 0
                                    

1 mes. Había pasado un maldito mes. Ya no llevaba jerseis de manga corta. Todos los días iba con jerseis de manga larga para ocultar mis "heridas".

Nathan cada vez era peor. No entendía lo que le había hecho para que me odiara tanto...

Mis padres llegaron hace 2 semanas y ni siquiera se percataron de porque siempre utilizaba mangas largar. Parai ya todo estaba claro.
Ellos no me querían.
Ellos me odiaban.
Ya todo lo entendía.
Seguramente fui un error.
Seguramente no fui deseada.
Seguramente a mi madre no la dejaron... abortar.

Todos los días, esos pensamientos se apoderaban de mi mente. Ya no los podía controlar. Automáticamente los pensaba...

Era miércoles nuevamente. Las horas se pasaron comonun infierno, como siempre hasta tocar el timbre de la hora del recreo.

Mi muñeca me dolía...

Xx: -¡¿Que jaces aquí?!
Yo: -Nathan...
Nathan: -¡Largate!

Me cogió de la muñeca para apartarme bruscamente pero lo que consiguió fue gemidos de dolor. Lagrimas caían de mi ojos por el fuerte dolor que me causaba. Rápidamente saqué mi mano de la suya.

Yo: -Duele...-dije llorando

Intenté irme corriendo pero Nathan me siguió, me cogió del otro brazo y me giró.

Nathan: -su mirada ya no se veía tan fría como antes.- Que te pasa.
Yo: -¿Eso es una pregunta? -dije mientras me limpiaba mis lágrimas.
Nathan: -Ven conmigo que...
Yo: -¡NO QUIERO!

Ese gritó me ayudó a desahogarme un poco. Deseaba gritar pero no eso. Deseaba gritar lo que realmente sentía. Dolor.

Nathan hizo caso omiso a mi grito y me cogió del brazo. Me condujo corriendo hacia detras de unas clases donde los alumnos nunca pasaban.

Nathan: -Enseñamelo.
Yo: -No...
Nathan: -Enseñamelo por... porfavor.
Yo: -Para que. No sirve de nada. Igualmente no pararé...-sentí mi mejilla arder.

Nathan me había dado una cachetada.

Nathan: -¡No digas eso!
Yo: -¡Y que si lo digo! ¡Igualmente nadie me ayudará! Tu me odias...

Estaba llorando, pero de pronto sentí unos brazos rodearme. Era tan cálido y acogedor...

Nathan: -No vuelvas a decir eso...
Yo: -Pero es que tu de la nada me comenzaste a...
Nathan: -No sigas. No es por voluntad propia. Solo es un juego. Un juego que no se acabará tan rapido como pensé.
Yo: -Un... juego? Quieres decir que yo soy... un juego para ti...?

Nathan iba a contestar pero de pronto su mobil comenzó a sonar.

Narra Nathan

Ella estaba muy equivocadoa. No era un juego para mi. Eta un juego para el...

-¿Diga?
-Vaya vaya vaya...
-Así que consolando a la perra eh... jajaja
-Imbecil..
-Si realmente la quieres proteger jajaja, dile que sí, que sí que ha sido un juego, juguete o lo que sea para ti.
-Y yo que gano con eso.
-Jajajaja bueno... veamos... Que tal si la dejamos de molestar durante un tiempo?

Durante un tiempo? A lo mejor me da tiempo...

-Esta bien
-Que inteligente eres al aceptar esta condición jajajaja

Yo: -Emily. De verdad quieres saber si eres un juego para mi?
Emi: -Yo...
Yo: -Tan estupida como siempre. Yo me largo. Ah y sí, siempre has sido un juego para mi jajaja

Narro yo

Nathan: -Tan estupida como siempre. Yo me largo. Ah sí, siempre has sido un juego para mi jajaja

Esas palabras me dolieron pero esta vez no estaba dispuesta a quedarme callada.

Yo; -IDIOTA. ASI K SIEMPRE HA SIDO ASI? ¡PUES MI LO QUE HA HECHO TU ESTUPIDO JUEGO!

Me remangué rapidamente la manga de mi jersey y lo dejé todo a la vista. Todas las marcas que habitaban ahí.

Nathan se las quedó mirando durante un buen rato, pero yo volví a taparme mis marcas.

Yo: -DIME, ¡¿TU BROMA AÚN ES DIVERTIDA?!

Y me fui corriendo de allí. No sé de donde saqué las fuerzas para reclamarle aunque sea eso pero lo hice. Lo hice...


Por qué a mi...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora