Nero y el laberinto celeste

Los aventureros del castillo.

¿Cuánto faltará para el próximo refugio? Falta unos minutos para que caiga la noche, por mí no hay problema, pero, ahora no estoy en este viaje sola y en poco tiempo Tham se despertará con hambre.

Ya llevo la mitad del camino hacia la ciudad; cuando logro escuchar unos relinchidos de caballo detrás de mí, enseguida tapé mi rostro con mi túnica, corrí hacía unos arbustos del bosque a un lado del camino. Cuando el carruaje estaba pasando con temor abrazo con fuerza a mi hermanito que esta aun dormido en la cangurera improvisada.

Lo debí haber asustado ya que comenzó a quejarse.

- ¿Escucharon eso? - el carruaje se detuvo a unos pasos frente a mí y de la parte delantera salió un chico con una gran armadura brillante.

-Yo no escuche nada ¿Otra vez con tus momentos esquizofrénicos Torai? – exclamó otro chico de cabello corto castaño, bajando de la parte de atrás en tono burlesco.

-No seas pesado Darlinch, ¿Qué fue lo que escuchaste? -una chica con una túnica morada y cabello largo rojizo se asoma por la parte trasera del carruaje.

Mierda son humanos ¿Qué debo hacer? Si huyo haré demasiado ruido; si me quedo aquí tal vez se acerquen ¿y si intentan cazarme? ¿Qué sucederá con Tham?

- ¿Será un animal? - se baja de un salto de la parte delantera una chica de cabello celeste y coletas junto con un arco en sus manos.

- ¡No es eso! Escuché a un bebé cerca de aquí- vuelve a hablar el chico de la armadura.

Dentro de tanto nerviosismo y pánico de no saber que hacer, tropiezo con un montón de hojas secas.

- ¿Qué fue eso? - el chico castaño saca una daga poniéndose en alerta.

- ¿Hm? - la chica de cabello rojizo reacciona al sonido de las hojas, bajando por completo del carruaje; toma su bastón y camina en mi dirección.

-Mierda, mierda no puedo hacer nada ante un mago- susurro para mí misma.
Con mi corazón en la garganta escondo mi cola y el resto de mis características de bestia. Cubro aún más a mi hermano rezando porque no se dé cuenta de nuestra naturaleza.

Cuando la chica se detiene frente a mi caigo hacia tras.

-oh, ya veo- la chica me analiza con la mirada- chicos ya descubrí que fue lo que escucho Torai .

El resto del grupo se acercó a mi sorprendidos.

- ¿Qué rayos hace una joven en mitad del camino y sola?

-Debe venir de ese pueblo atacado por orcos- agrega el chico castaño.

- ¡Imposible nosotros venimos de allí y no vimos a nadie como ella! - Exclama el chico de la gran armadura.

- ¡¿Me estás diciendo mentiroso?!

- ¡Solo lo digo desde mi punto de vista!

-Oigan pueden dejar de discutir, ella no está sola -la chica del arco intenta detenerlos, pero su voz es muy baja.

- ¿Qué vista? Necesitas anteojos.

- ¡Quieren dejar de pelear la chica esta alterada! -Entre tantos gritos se comienza un lloriqueo de mi pequeño hermano.

- iAy no! calma tham; vuelve a dormir-nerviosa acuno a mi hermano con cuidado.

-Ustedes son estúpidos, vengan conmigo-la chica de pelo rojizo golpea en la cabeza a los dos muchachos alejándose.