Attention | Spiderbear

Only

Estaba haciendo pucheros. Se sentía frustrada.

Roier le había dicho que solo le diera unos minutos, porque editaría un nuevo vídeo y después le daría toda la atención que quisiera.

Eso le había dicho unas horas atrás.

Ahora se sentía engañada por el tonto de su novio, hizo una rabieta luego se compuso.

Bien si Roier seria así con ella, ella también seria así con el.

Subió a su habitación y se puso la pollera favorita de su novio junto a un croptop negro que resalta sus pechos.

Usó lápiz labial rojo junto a mucho rimel para sus largas y bonitas pestañas. Contenta con su resultado, buscó su siguiente objetivo.

Mariana.

El estaba con Roier viendo el vídeo que subiría su novio. Tocó la puerta de la habitación de Roier, entró sin siquiera esperar respuesta.

Ambos chicos la vieron sorprendido, obviamente uno más que otro.

Roier la miro con seriedad, ella solo le sonrió con falsa inocencia. Se sentó al lado de Mariana, fingió ignorar a Roier.

Ellos estaban hablando de cosas importantes, mientras que ella se hacia la loca. Empezó su juego, puso su mano en la pierna de Mariana para llamar su atención.

- Mariana, me dijiste que me ibas a llevar a comer helado. No cumpliste tu promesa. - Puso su voz chillona para verse más tierna.

Mariana se puso claramente nervioso por el tacto y prácticamente tener a la novia de su mejor amigo más cerca de costumbre.

- Lo siento, Spreen. Si quieres después te llevó. Pero necesito terminar esto con Roier... - No llego a terminar que tenia el pecho de su amiga en la cara, que se trataba que era un "inocente" abrazo.

- ¡Gracias, Mariana! Eres increíble. - Le beso la mejilla, dejando una marca a causa del pintalabios.

De reojo miro a Roier descaradamente con una sonrisa burlona.

Este la miro sin expresión alguna para luego mirar la pc.

Al final si salieron a tomar helado, solo que acompañados por Roier. Spreen ya se lo imaginaba, seguramente pensó que habría algo más, pero claramente, no. Por más que Mariana sea hormonal, era amigo de ambos, además, se ponía nervioso, solo la veía como una amiga hasta hermana.

Y Spreen solo se deja cojer por Roier. Conclusión; no hay riesgo alguno.

Ya en la heladería había un chico, este miraba descaradamente a Spreen y su escote. Sin embargo a ella no le molestaba, es más parecía gustarle.

Y es que era obvio. Ama la atención en ella.

Movió un mechón de pelo juguetonamente mientras se mordía el labio inferior.

Roier no aguanto mucho esto.

Tomo fuertemente el brazo de Spreen y la jalo. - Perdona a mi y a mi novia. - remarco el "novia" para dejarle en claro al tipo que tenía cero chance con ella.

Entraron al baño sin que los vean.

- ¿A que chingados juegas, Spreen? - Dijo fríamente, acorralo a la mayor de piel blanca contra la pared.