Capitulo 86

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Denji: ¿Eh?...

Denji: ¿Dónde?... ¡¿Dónde carajos estoy?!

Denji despertaría confundido sin tener recuerdo alguno de como pudo haber acabado así, aún que no sería la primera vez que pasaba por algo así

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Denji despertaría confundido sin tener recuerdo alguno de como pudo haber acabado así, aún que no sería la primera vez que pasaba por algo así.

Denji: ¡JA JA JA! ¡Muy gracioso Yoshida!

Denji: ¡No he hecho nada malo! ¡¡Demonios, dejame ir maldito imbécil!!

Denji comenzaría a tratar de liberarse, pero era inútil. Él se encontraba encadenado de pies a manos.

Denji: ¡Maldita sea!

Denji dejo de forcejear y miro a su alrededor, se encontraba en una habitación bastante grande y oscura, apenas podía percibir y distinguir cosas a su alrededor.

Denji: ¡¿Eh?!

Denji: pero ¿Que mierda...?

Denji miro como en una esquina de la habitación una gran cantidad de maniquíes se encontraban acomodados casi frente a él, como si ellos estuvieran vigilando

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Denji miro como en una esquina de la habitación una gran cantidad de maniquíes se encontraban acomodados casi frente a él, como si ellos estuvieran vigilando.

Denji: e-esto... ¡Esto ya no es gracioso!

-jajaja.

Denji: ¡¡Mierda!!

Una leve carcajada se había oído en la habitación, Denji estaba aterrado ya que él era el único en la habitación, sin contar los maniquíes.

-jajaja.

Otra carcajada se había oído, solo que está vez... la escucho detrás de él.

Denji: ¡Ay! ¡No no no puede ser!

-¡Shhhh! ellos te pueden escuchar...

Denji sintió como unas manos largas y frías se posaban en sus hombros, cosa que lo aterró mucho más.

Santa: mira nada más como estás, estás al borde del terror.

Santa: mira nada más como estás, estás al borde del terror

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Denji: ¡¿Tu?! ¡¿Pero como?! ¡Si yo mismo...!

Santa: si lo sé es curioso, ¿verdad?

Santa: tu si que realmente me subestimaste... te lo había dicho antes.

Santa: yo volveré una y otra vez para acabar contigo... y el día a llegado.

Denji miro como los maniquíes comenzaron a moverse hacia él, mientras que al mismo tiempo su forma humana habían cambiado por formas terroríficas.

Sus brazos comenzaron a convertirse en cuchillas, pinzas de crustáceos, dedos con filosas garras, etc. Mientras que otros les comenzaban a salir colmillos, dientes y poderosas mandíbulas de animales y demonios.

Santa: nadie vendrá por ti, a este punto... el mundo entero lo he convertido en marioneta.

Denji: ¡¿QUE?!

Santa: no hay salvación... te haré pagar por la humillación que me hiciste pasar.

Santa: haré de tu inmortalidad un infierno en la tierra.

Santa había desaparecido, dejando a Denji en manos de aquellas terroríficos maniquíes asesinos.

Denji: ¡¡NOOOOO!! ¡¡AAAAAH!! ¡¡DIOOOOS!!

Él comenzaría a ser torturado una y otra vez sin piedad alguna.

Fin del capítulo.

El Motocierra Nos Ignoró Donde viven las historias. Descúbrelo ahora