Prólogo.

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A la merced.

A la merced del viento que azota las ramas de los árboles, las hojas del otoño caen ante el frío viento.

Hermoso color del otoño que me acompaña bajo el triste amanecer que una vez me parecía hermoso.

A merced de una luz que castiga la oscuridad, el otoño se volvió mi estación deprimente, la primavera se volvió la estación más colorida.

El invierno la estación más fría de mi vida. Y el verano, la más hermosa y calurosa. Estoy segura que habrá un lugar a dónde ir.

Entre más busque en el sendero del otoño, entre el invierno y verano, bajo la dura capa de hielo, la flor más hermosa se niega a morir, decide florecer entre tan dura estación.

Conviértete en un flor con espinas, se hermosa y poderosa, se valiente y inteligente.

Se alguien que no desee la muerte.

Antes no era nadie, hasta que te conocí, llegué a crear recuerdos que jamás llegué a pensar que serían valiosos hasta el final.

Ojos azules tan brillantes como joyas, hermoso cabello rubio tan brillante como el sol, carácter frío como el invierno. Sonrisa calurosa como el verano, ojos sinceros y misteriosos como la primavera. Y finalmente, como un otoño deprimente caes sin defenderte.

A merced del amor, se volvió una maldición, ninguno de los dos volvió a   enamorarse entre más nos acercamos más daño nos hacemos, entre más busquemos más nos separamos. Entre más cerca estemos más lejos estamos.

Mírame, acercate y no te alejes, ámame y no me dejes ir, cuando me tengas entre la pared, seré tu pilar y tú único ser.

Palabras vacías que se volvieron significativas, amor maldito que se volvió una bendición.

Me Convertí En La Madrastra De La Protagonista/Princesa Encantadora.

Me Convertí En La Madrastra De La Protagonista//Princesa Encantadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora