𝘽𝙖𝙟𝙤 𝘾𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙡 [La Casa De Papel: Corea]

𝙏𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮 𝙚𝙞𝙜𝙝𝙩; Desaparecida

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Aunque estaba muy preocupada por Anne y en dar con su paradero, tampoco tenía la libertad y el derecho se danzar por todos lados buscándola. Mi expresión facial de circunstancia pareció dar resultado sin yo buscarlo, pues mientras revolvía vagamente mi plato de comida, Minho se sentó a mi lado.

— Hace unos minutos vi a Anne — susurró en tono confidente — Estaba escuchando ahí detrás a unas muchachas criticarla por tener un "papaito que podía sacarla de aquí". Eso dijeron ellas, no yo, sus palabras textuales. Quiso ir a recriminarles el hablar mal de ella a sus espaldas, pero no se lo permití. Le aseguré que decían cosas por decir y que no valía la pena iniciar una pelea por esto.

— Vaya, Minho, actuaste muy bien — le felicité con una amplia sonrisa genuina, tranquila de haber desentrañado el misterio de la desaparición — Supongo que se marchó para relajarse despues del incidente. ¿Sabes a dónde?

— Bueno... — murmuró cabizbajo, avergonzado de tener que contar la historia completa — No todo lo que dije fue lo más acertado — ante mi mirada de confusión e intriga sólo le quedo la opción de suspirar rendido y proceder a explicarse — Lo que le comenté despues de eso le hizo mucho daño. Algo así como que si venían a rescatarla a ella tambien me llevaran a mí. ¡Lo sé, lo sé! No está bien que tenga la mentalidad que tiene aquí todo el mundo sobre Anne, pero enserio necesito salir de este maldito banco de una vez. Y si Anne tiene más posibilidades de ser rescatada por quién es, yo quiero unirme. De cualquier modo, se disgutó mucho cuando dije eso y se marchó. ¿Disgustada o pensativa? No sabría leer la expresión que tenía en ese momento.