ONE SHOT

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El silbato había marcado el final del partido, los minutos habían parecido eternos tanto para los jugadores del Tottenham como para los propios hinchas pero finalmente había acabado con un marcador a favor de ellos y la felicidad era palpable en el estadio. A los jugadores no pareció importarles los abucheos del otro lado del predio, ellos solo se concentraron en sus hinchas, en festejar y abrazar a sus compañeros, quedaron nuevamente invictos y seguían punteros en el tablero.

Heung-Min Son se encontraba particularmente feliz, no solo a un nivel de equipo, sino también a un nivel personal, desde que había asumido como capitán sus nervios e inseguridades eran más palpables que nunca y es que, a pesar de estar en una época tan avanzada, todavía habían mentes retrógradas que pensaban que por ser un omega no sería bueno dirigiendo la capitanía y sentía ese peso recaer sobre sus hombros todos los días. Sentía que ante el más mínimo error, a lo contrario que pasaría con un alfa, la culpa no recaería en los hombros de Heung-Min Son la persona, sino del omega que era, la gente para atacar su casta ante el más mínimo error era muy ágil, por eso mismo en todos esos años y a pesar de todos sus grandes esfuerzos siempre el alfa Harry Kane había destacado de entre los dos, siempre era el alfa el que llevaba el equipo en sus hombros y siempre era a quien se le adjudicaban las victorias, cuando al omega sólo se le adjudicaban los errores y fracasos; así que si, Son estaba feliz.

- ¿Qué tanto anda pensando nuestro capitán?- Sintió una fuerte mano sujetar su cabello de forma juguetona y ni tuvo que voltearse para saber que se trataba del vice capitán.
- Pienso en que nuestro excelente vice capitán hoy defendió tan impecable como siempre.- Lo miró con una sonrisa a cual claramente fue correspondida por el alfa quien no dudó en juntar sus frentes mientras caminaban para despedirse de la hinchada.

Aquel era un ritual que ya se había hecho normal entre los dos, Son creía que era la técnica que Cristian había adoptado para reconfortarlo después de cada partido pues el alfa fue la primera persona a la que le contó sus inseguridades en el momento que Ange le ofreció la capitanía y él había sentenciado cientos de veces que nadie merecía ese puesto más que el omega. Cristian convenció a Heung-Min de tener la capitanía al mismo tiempo que charló con Ange para que pudieran darle a otro omega la vice capitanía así no habría ningún alfa que pudiera adjudicarse nada, pero el entrenador a pesar de estar de acuerdo con lo dicho ya tenia otros planes y esos lo involucraban a Romero quien gustoso aceptó, pues el podría mantenerse al margen siempre y no tratar de intervenir en el liderazgo del coreano.

- Parece que va a llover.- La tercera voz de Micky se sumó a la caminata de los amigos quienes sintieron sus cabellos ser jalados de forma brusca. 
- Cuti mirá las cosas que le enseñás al chico.- Se quejó.
- No es mi culpa, él solamente me copió, yo no hice nada.- El cordobés vio como el alfa menor volvía a jalar los cabellos del coreano de forma juguetona y sintió la necesidad de peinarlos a como estaba.
- Igual tiene razón.- Soltó antes de ir con el resto del equipo y dejarlos atrás, señaló el cubierto y relampagueante cielo.- Se viene una.

Tal cual había dicho el holandés una furiosa tormenta se desató fuera del predio de Crystal Palace, su micro trató de avanzar a pesar de los fuertes vientos, pero era muy riesgoso, la visibilidad muy reducida, llevaba un plantel de millones así que el chófer prefirió hablar con el entrenador, quien a su vez habló con el capitán. Heung-Min al principio no estaba tan convencido de no volver a casa, él no podía dormir si no estaba en su cama, tenía un grupo de omegas, betas y alfas a los cuales los esperaba una familia y que no estarían muy contentos, pero luego de deliberar un rato decidió claro que lo más sensato era quedarse en un hotel; había uno no muy lejos del estadio, un cuatro estrellas que quizás se salía del presupuesto del viaje, pero era necesario.
Se encargó de subir al segundo piso del micro y comunicarle al resto del plantel, obviamente escuchó rezongos y quejas pero no era discutible.

.VAINILLA Y MIEL. CUTISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora