Poco después de convertirse en Mikkisiwatl o la Catrina, Keyla empezó a sufrir un ataque de ansiedad, empezando a caminar y correr de un lado para el otro. Su corazón latía con fuerza, su respiración se aceleraba y su mente se llenaba de pensamientos negativos.
-Nunca antes he sentido algo como esto, siento que mi corazón se saldrá de mi pecho, no sé por qué tengo tanto miedo, todo me da vueltas y siento que no pertenezco aquí- pensaba Keyla mientras se quedaba sentada al lado de un árbol. Puso sus manos sobre su rostro mientras comenzaba a llorar.
-¿Qué se supone que soy ahora?, ¿Un fantasma?, ¿una persona real?, ¿Quién soy?, ¿para qué estoy aquí?, ¿Acaso morí… y esto es el paraíso?, Nunca debí haber venido aquí… mis padres, deben estar buscándome, ¿Cómo puedo contactarlos para que vengan aquí?- se decía Keyla para después ver un caminito que parecía infinito. Se paró del suelo y caminó hacia él, después empezó a correr.
-Debo salir de aquí, debo ir con mis padres- se repetía Keyla mientras corría. Parecía que dicho camino no tenía fin hasta que llegó a una valla. Keyla se detuvo y observó su alrededor. Se veía que aún había más bosque, pero encontró un letrero que decía “Entrada”. Keyla volvió a mirar al frente, para después cruzar la valla, empezó a caminar, lo hacía lentamente para después apresurar el paso, pero con cada pisada que daba empezaba a sentirse mal. Tenía unos temblores en sus piernas y brazos.
-¿Qué me está pasando?- preguntó confundida mientras miraba sus manos las cuales pasaban de ser blancas a tonalidades grises. Keyla siguió caminando pero sus manos se quebraban como un vidrio roto. Keyla se detuvo y vio que ya no tenía sus dos manos.
-No, no, ¿Qué es esto?, mis manos, ¿Dónde están mis manos?- gritó Keyla desesperadamente, cuando vio que sus pies también se estaban poniendo de color gris. En eso escuchó una voz masculina a lo lejos que le decía -Regresa, solo regresa- Keyla estaba confundida pero al ver que en sus pies se estaban formando grietas decidió volver al campamento. Corrió lo más rápido posible. Uno de sus pies se estaba quebrando al igual que parte de su brazo. Keyla cruzó la valla con dificultad pero lo logró. Siguió corriendo. Su pie derecho había desaparecido. Como pudo siguió adelante hasta llegar al lugar donde se encontraba el letrero de “Bienvenidos a Micantetlan”. Keyla cayó al suelo.
-Ya volví, ya volví- dijo con una voz temblorosa. Unas pisadas se oyeron las cuales eran del Catrín el cual caminaba detrás de Keyla. Ésta lo vio.
-Tú, tú, ¿Qué es esto?, ¿Por qué me hiciste esto?- le gritó Keyla al Catrín mientras trataba de pararse pero al no tener con qué apoyarse no podía hacerlo.
-Ya hemos hablado de esto, tú lo aceptaste, el trato está hecho y no se puede hacer nada para deshacerlo- le dijo el Catrín mientras se acercaba a Keyla la cual soltó unas cuantas lágrimas.
-¿Qué tratabas de hacer?- preguntó el Catrín.
-Solo, solo quería ver a mis padres los extraño mucho- le dijo Keyla cabizbaja -Y también sentí algo, algo que no quiero volver a sentir, un miedo interminable, una desesperación y no sabía qué hacer- le dijo Keyla al Catrín mientras lo miraba.
-Tal vez se me pasó decirte que sentirías una gran ansiedad, que nunca terminaría- le respondió el Catrín.
-¿Pero por qué?- preguntó Keyla.
-Tu alma ha sido intercambiada por la de mi esposa, están pasando por transiciones espirituales que hacen que te sientas de esa manera- le dijo el Catrín a Keyla. Ésta se quedó algo pensativa.
-¿Y cuándo se supone que dejaré de sentir eso?- le preguntó Keyla al Catrín.
-Hasta que se haya completado el proceso de cambio de almas, puede ser en días, semanas, meses o años- dijo el Catrín.
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HISTORIAS DE MICANTETLAN VOLUMEN 1
Mystère / ThrillerDescubre el misterioso origen de Micantetlan, un campamento regido por la señora de la muerte Mikkisiwatl, también conocida como la catrina, quien pose un poder sobrenatural. ¿Cómo surgió este campamento donde todos tienen la oportunidad de renacer...