V - En Busca del Chico Perdido

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Kiba abrió la puerta de la oficina del Hokage, recibido por montañas de papeles en el suelo y un Naruto claramente preocupado.

-¡Hola Naruto! ¿Qué pasó? ¿Te enteraste que tu hijo tiene su primera misión? - dijo con un tono burlesco.

-No es por eso que te llamé. -le dijo con seriedad. -Hubo un escape en la prisión A.

Escuchó detrás suyo una persona caminando con bastón, estaba tardando bastante, ese olor...

-¡¿Anko?! ¿Qué te pasó?

Estaba completamente cubierta por vendas, sus ojos bajos pero aún con brillo.

-Creo que no estoy en mi mejor momento, pero podrías ser un poco más sutil. - le dijo con una sonrisa. -Un shinobi entró a la prisión A. Mató a todo mi pelotón. Si no hubiera sido por mi entrenamiento de resistencia al veneno y el tratamiento de Sakura, no estaría convida.

-No tenemos la identidad de ese sujeto, pero todo parece indicar que es muy peligroso. Pero no es por eso que te llamé específicamente  a ti Kiba. El prisionero que escapó... es Taki.

La sangre de Kiba se heló. 

-Pero, ¡ese tipo podría matarte! Si no hubiera sido por mí...

-Es verdad, su jutsu de desaparición absoluta es impresionante. Ni yo pude detectar su chakra, y casi me agarra desprevenido. Pero ahora las cosas son distintas, tenemos un protocolo especial para asegurar que no se acerque a la aldea. Las interrogaciones de Ibiki y la investigación de Sasuke han dado algunos resultados.  Me preocupa lo que pasaría fuera de la aldea, ten mucho cuidado Kiba.

Cuando detuvo a Taki hace dos años, su sable estuvo a milímetros de impactar en el corazón de Naruto. Afortunadamente, no había podido ocultar su olor a la perfección. Fue un poco de suerte: Kiba se encontraba justo al lado de Naruto y Taki había sido descuidado con ese aspecto. Debía estar lamentándose cada día en la prisión A. Y sin ninguna duda, le guardaría rencor hacia la persona que arruino su plan perfecto.

-Sólo ten mucho cuidado. Y... cuida a mi hijo. - dijo Naruto con solemnidad, pero luego mostró una expresión jocosa- Y cuídala a Sarada que sino Sasuke se enoja conmigo.

-Por supuesto. Y Anko, mejórate.

Ella respondió asintiendo con la cabeza.




Boruto estaba frente a su padre, con una clara emoción en sus ojos. Estaban todos, salvo el sensei con olor a perro. Y como él era el líder (al menos supuestamente) no podían recibir información sin él presente. Al costado de la sala había un hombre anciano, calvo y sereno. Le daba un poco de miedo...

-Perdón por la demora chicos. - dijo Kiba con una sonrisa. - Deben estar muy ansiosos.

-Sensei, usted debe respetar mi tiempo. - le exigió Sarada.

-No, no tengo por qué. - dijo y lanzó una risa.

El hombre calvo puso su mano en la frente.

-No puedo creer que me dijeran que tu eras el mejor en tu trabajo.

-Claro que lo soy. -Kiba se señalo con su pulgar y mostró sus dientes con una sonrisa. -Necesitaba buscar unos pergaminos para la misión espero que entiendan.

-Oigan. - los interrumpió Naruto - El que manda acá soy yo. Dejen que el hombre les de los detalles, es una situación de vital importancia.

El hombre se movió al centro de la sala y comenzó.

Boruto Alt: Una Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora