Una taza de té muy cara | Parte II |

Bind II

El disparo de Omen lo mató de forma rápida, un disparo en la cabeza producido por su ghost. Ni tan solo usó una bala de su Vandal, no pensó que mereciese la pena, y de haberla usado, no hubiese sido más que una bala perdida ante una muerte más que asegurada.

"Gekko los dos últimos en larga, no tenemos información de los de A" anunció Cypher al menor para avisarle. Escuchó a Omen terminar su trabajo en ventana, ahora seguramente quedarían dos más de los que encargarse y olvidarse de los de Reactor A, confiaba en que Yoru y Sage se hubiesen encargado como era debido de los intrusos.

"¡Entendido!" contestó el iniciador, buscando con la mirada a sus criaturas, todas en su riñonera menos Thrash, la más activa de todas y sobre todo la más revoltosa. "¿Thrash?" la llamó preocupado, mirando a los alrededores que parecían ahora más calmados. Ya no llovían las balas, pero ahí estaba ese silencio desgarrador que inquietaba hasta a los más experimentados. Aquel en el que sabes que el más mínimo sonido puede suponer una pista a tu adversario que pueda ayudarle a matarte.

"Está comiéndose aquella caja de radianita. Concéntrate Gekko..." susurró el centinela de forma tranquila, sin desviar su mirada de la entrada principal, no por nada la defensa era su punto fuerte. Thrash, que escuchó aquel nombre que Gekko le había regalado, lo miró y flotó rápidamente a su alrededor.

"Thrash está lista" informó el joven con una leve sonrisa. Tener a sus amigos con él y a salvo le transmitía completa felicidad, que incluso en momentos como aquellos, le era posible experimentarla para su fortuna.

"Eso es bueno" Cypher lo felicitó, usando ese tiempo que podría considerarse descanso para analizar la situación de nuevo. En caso de ser una carrera, se podría decir que ellos iban primero y que Omega segundos. Tenían la ventaja numérica o al menos la tenían por el momento.

"Tenemos problemas en A, necesitamos ap-" la voz de Sage se interrumpió dejando una pesadez en el ambiente algo siniestra. Ese anuncio decía varias cosas, o la batalla con la Jett enemiga se estaba alargando más de la cuenta o bien había más de un solo enemigo. Tal vez la Viper de Legión había rotado o simplemente había alguien más. Los pensamientos del vigía se intensificaron, rodando por toda su cabeza en busca de opciones, de haberlos pensado en voz alta incluso el enemigo lo hubiese mandado a callar.

"Voy yo... Volveré enseguida" Omen se asomó para avisar al resto. Miró fijamente a Cypher, repitiendo una y otra vez que estaría bien sin él. Al fin y al cabo, no conocía a nadie más apto para defender un sitio que el otro agente. Mantuvo su mirada un rato más, aferrándose al sitio y sin claras intenciones de irse.

"Te veo luego Omen, estaremos bien por aquí" Contestó el otro, habiendo captado su malestar enseguida. No era nada nuevo que el espectro se preocupara, él también se preocupaba muchas veces y después de la incursión en Rusia, lo hacía aún más. Por ese motivo lo comprendía y buscaba tranquilizarlo con palabras.

"¡Claro! Confía en nosotros Omen. Somos seis defendiendo este lugar" Gekko sonó confiado, habiendo perdido un poco de ese nerviosismo que tenía al principio. Lentamente se adaptaba a aquello que sería su nueva vida. No iba a ser un proceso rápido, pero siempre se debía empezar por alguna parte.

"Ahora vuelvo..." repitió el controlador una vez más. Queriendo recalcar que volvería, que siempre volvería. Palabras llenas y con un significado que hizo sonreír al otro hombre por debajo de su máscara. Omen manifestó sus sombras una vez más y comenzó a desaparecer a todo ojo presente.

"Bien... Ahora escucha Gekko. ¿Thrash está lista, cierto? Pídele que paralice a los que faltan. Yo iré detrás para... abatirlos." Cypher cambió esa última palabra, decidió usar el término abatir en lugar de matar. No supo porqué lo hizo, simplemente le pareció lo más correcto, no para él mismo, sinó para el más joven.