Capítulo 05.

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Los primeros días de la nueva rutina habían sido difíciles, pero nada que no pudo sobrellevar conforme el tiempo fue pasando. Taehyung tenía noches pesadas, demasiado inquieto como para permitirse descansar adecuadamente al más mínimo gesto que producía Jiyoung, alerta de cualquier llanto, de cualquier anomalía que pudiera pasar. 

Jungkook se mostraba paciente en cada ocasión que iba, sonriendo conforme Taehyung alargaba la despedida con el bebé, aún reacio de dejarlo en la guardería de no ser porque necesitaba de la ayuda, pero procuraba estar al tanto de su celular por si el azabache lo llamaba en caso de emergencia. 

Aquella mañana se había levantado tarde después de que su alarma no sonara, su celular se encontraba sin bateria y Jiyoung necesitaba un cambio de pañales. Taehyung olvidó su rutina de aseo, se puso lo primero que encontró y alistó primero al bebé antes de partir del departamento, demasiado apurado como para verificar la hora de su salida y comprobar que traía todo consigo. Supo que algo se le olvidaba cuando sintió menos carga en sus manos, no fue hasta que llegó a la guardería cuando se percató de la ausencia de su pequeño maletín con las cosas de la editorial.

Tan pronto como entró, su mirada chocó con la del azabache, sonriéndole apenado ante su impuntualidad.

—Hey, buenos días.—Saludó con una sonrisa, acercándose hasta donde se encontraba.—Pensé que no vendrían hoy.

—Mi alarma no sonó, tengo mi celular sin bateria y olvidé mis cosas de la editorial en casa, lo siento por llegar tan tarde.—Se disculpó, tratando de recuperar el aire ante su carrera hasta la guardería.

Jungkook razonó sus palabras, conectando cabos y encontrándole lógica a la vestimenta que el pelinegro portaba aquel día. Desde una camiseta de color rojo y un abrigo largo de color amarillo que se asemejaba al de un pollo, un pantalón verde en combinación con unas zapatillas negras, descuadrando toda su vestimenta de manera olímpica. No se inmutó ante ello, extendiendo sus brazos para cargar a Jiyoung contra su pecho mientras Taehyung trataba de recomponerse.

—Está bien, eso explica porqué no entraban los mensajes.—Murmuró con una pequeña carcajada, girándose para ver el reloj.—Ya vas muy tarde al trabajo, ¿No es así? Son las ocho en punto.

—¿¡Ocho!? Maldición.—Ante sus palabras, recibió malas miradas de un par de padres de familia que se encontraban alrededor, haciéndolo ruborizar cuando se percató de ello.—Perdón, no quise molestarlos.

El azabache retuvo una carcajada, negando.—No eres el único que ha dicho alguna mala palabra aquí, tampoco serás el último puedo apostarlo, simplemente tenemos padres conservadores y unos pocos muy delicados, pero nada que no pase a mayores.

Asintió ante sus palabras, peinando su cabello detrás de sus orejas.—Está bien, es momento de irme al trabajo, no quiero que me sancionen por llegar más tarde de lo usual. Estoy al tanto de mi celular por cualquier cosa que suceda, pasaré a la misma hora de siempre...

Jungkook no mencionó el detalle de su celular sin bateria, pero no quería mortificarlo más, así que decidió seguir con sus palabras.—No te preocupes, estaremos aquí esperando hasta que llegues.

—¡Adiós!—Se despidió en un tono alto mientras caminaba de regreso a la puerta, sacudiendo su mano.

—Que tengas un lindo día, Taehyung.—Lo siguió con la mirada, perdiéndolo de vista tan pronto como la puerta de entrada se cerró. Dirigió su mirada a Jiyoung, sonriéndole ante la expresión tierna que tenía sobre su rostro.—Hola tú, hombrecito. ¿Qué haremos el día de hoy? Es un buen día para salir al patio aunque sea un ratito y tomaremos el sol, ¿Qué tal suena eso? O podríamos ir al nuevo salón de relajación para ustedes, apuesto que te gustará. 

Con el pensamiento de lo que harían, se dirigió al interior del pasillo rumbo a la pequeña sala como su primer destino. 


(...)


Taehyung se encontraba cabeceando en la reunión mensual de la editorial, demasiado aburrido viendo las mismas estadísticas del ranking de los escritores que colaboraban con ellos en comparación de otras editoriales. Seojoon picoteó su mano cuando se percató que había cerrado los ojos, brincando en su lugar ante el repentino toque.

—Kim, ¿Gusta aportar algo a la presentación?—Cuando su superior se dirigió hacía él, las miradas volaron hasta donde se encontraba sentado.

—No, nada que aportar.—Sonrió, disimulando un bostezo que amenazaba en salir. 

—Bien, espero que esté presentando atención.—Prosiguió con su habladuría, dándole la espalda.

El pelinegro lo imitó con mal gesto, haciendo reír a su amigo a un costado suyo hasta que la reunión acabó. Se sentía agradecido porque una vez que la reunión acabó, era su retirada para irse a casa después de un día tan movido. 

—¿Quieres que te lleve a casa?—Seojoon cuestionó una vez que se encontraban en sus cubículos recogiendo sus cosas. 

—No es necesario, pasaré a la guardería y luego a casa.—Explicó brevemente, guardando su celular en el bolsillo de su abrigo y trayendo consigo su agenda.

—Cualquier cosa que necesites, no dudes en decirme. No es molestia llevarte a donde sea que necesites.

—Gracias, pero aún tengo esa comida pendiente por pagarte, prefiero primero pagar mis deudas antes de volver a endeudarme.—Comentó divertido, caminando hasta la salida.

Seojoon soltó una carcajada, asintiendo.—Está bien, entonces nos vemos. Ten una buena noche, Taehyungie.

—Buenas noches, Seojoon.—Con una última sonrisa, se despidieron cuando sus caminos ya no coincidieron. Observó como se iba al ascensor rumbo al estacionamiento, Taehyung prefirió bajar el tramo de escalones hasta la salida de la editorial. 

El día había concluido, no podía estar más agradecido por ello mientras se dirigía a la guardería. Jungkook ya lo estaba esperando en la pequeña sala frontal mientras mecía a Jiyoung, hablándole suavemente hasta que se percató de la llegada del pelinegro, sonriéndole.

—Buenas noches, Taehyung. ¿Cómo estuvo tu día hoy?

—Buenas noches, Jungkook. Estuvo bien, algo fastidioso pero no me quejo, por lo menos ya salí.—Extendió sus brazos, cargando con cuidado al pequeño contra su pecho.—¿Cómo se portó el día de hoy?

—Jiyoung es un niño muy bien portado, siempre lo es.—Halagó, cruzándose de brazos.—Estuvo muy risueño hoy, lo llevé a la nueva sala de relajación y disfrutó de las melodías que estaban sonando, probablemente es su nuevo lugar favorito porque no quería salir de ahí. Tan pronto como hacía el intento de salir, comenzaba a quejarse, por lo que duramos gran rato ahí. 

Taehyung rió totalmente divertido por sus palabras, besando la mejilla del bebé.—Él últimamente se encapricha con varias cosas. 

—Se hace tarde, oscureció muy temprano hoy, ¿Estás seguro yendo a tu casa?—Cuestionó, observando por una de las ventanas las calles casi desoladas.

Asintió.—Estaré bien, de todas maneras no es muy lejos de aquí.

—Avísame cuando llegues, así podré estar tranquilo.

El comentario le sentó una extraña sensación en el pecho, pero aceptó.—Te mandaré mensaje tan pronto como llegue a mi departamento, no te preocupes.

—Perfecto, entonces ten un buen viaje, Taehyung. Nos vemos mañana nuevamente.—Se encaminó hasta la salida a su lado, abriendo la puerta para él.

—Buenas noches, gracias. Descansa, Jungkook, nos veremos mañana.—Sonrió antes de caminar por la calzada, demasiado sumergido en sus pensamientos. 

Con un suspiro, Jungkook volvió al interior de la guardería en busca de sus pertenencias, también era su hora de salida y estaba ansioso por llegar a su casa y poder dormir un par de horas, y si no se encontraba muy cansado, comer algo rápidamente. 

Sentía que mañana necesitaría demasiada energía.

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