Capitulo Único

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GRABADO EN MI PIEL.

De Tabora.

Dedicado a Eva, la otra mitad de mi cerebro bl.

Bangkok 25 de mayo 2030

Cuando baja del avión siente como el estomago le da un vuelco, bueno, la verdad es que ha estado con el estomago revuelto desde que decidió que debía volver. Podría haber solucionado todo lo de la herencia por medio de los abogados, pero algo le decía que tenía que volver y solucionar todas las cosas que tuviera pendientes.

En principio serán unas pocas semanas, a no ser que surja algún imprevisto que le haga quedarse más tiempo. Aunque, lo único que podría sujetarle allí más tiempo, jamás pasaría.

Cuando atraviesa la puerta de salida del aeropuerto toma una gran bocanada de aire y después lo suelta lentamente. Hay pocas cosas que ha echado de menos en estos años pero el olor de su ciudad, ahora, en este momento hace que se dé cuenta de que era una de esas cosas. No huele ni bien ni mal, simplemente es un olor conocido, agradable y que hace que se sienta cómodo. Y sabe que en este viaje, va a haber pocas cosas que le hagan sentir de esa forma.

Mira alrededor mientras se acaricia la muñeca izquierda y piensa que hacer, debería haber reservado un hotel con antelación pero, la tentación de hacer volver a su antiguo "yo" y remover las cosas había sido muy grande y, en el fondo, no sabía si deseaba un posible encuentro, así que simplemente lo dejo pasar. Ahora, solo piensa coger un taxi que le lleve a una zona conocida, allí buscara una inmobiliaria y alquilara un apartamento amueblado. El dinero nunca fue un problema y ahora menos así que no cree que vaya a tener algún problema con encontrar sitio disponible.

Ni siquiera se ha planteado ir a su casa, no hay recuerdos especialmente felices y los pocos que tiene de sus habitaciones, quiere conservarlos así, hermosos y perfectos en su memoria.

Ya en el taxi, observa las calles, los coches y la gente, no parece que hayan cambiado mucho en los 6 años que ha estado fuera. El barullo de los coches es similar al de otras ciudades, pero la cantidad de motos y bicicletas marcan una diferencia...y la gente. Es raro observarlos con tanto detalle, no raro, es...es como estar delante de una pastelería. Los rasgos exóticos, las pieles más o menos doradas, el pelo negro y lacio, todas personas tan diferentes y desconocidas y a la vez tan extrañamente conocidas. Son su gente, su idioma...son tan él. Entonces se da cuenta de que también ha extrañado todo eso.

Tres horas después deja caer la bolsa de sus cámaras encima del sofá gris del que será su apartamento por unas semanas. Está en una zona tranquila y alejada de su antiguo barrio, no quiere tener que cruzarse con antiguos conocidos y, aunque supone que su viaje no es conocido por mucha gente, quiere estar cómodo sin temer ninguna visita indeseada.

Mañana tiene que hablar con el abogado que lleva las cosas de su padre y con la encargada de la sala de exposiciones, la misma que lleva años insistiendo para que haga su primera exposición en su país, así que decide que lo mejor será buscar algún sitio donde comer algo y después volver para descansar del jet lag, que empieza a pasarle factura.

Al final vuelve casi tres horas después, es lo malo de salir siempre con una cámara colgando sobre el pecho. El ambiente, las luces y la gente le atraparon y cuando consiguió volver, tenía unas trescientas fotos en una nueva carpeta para revisar en algún momento.

Cuando después de ducharse, finalmente se tumba en la cama no puede evitar empezar a acariciarse la muñeca mientras deja que los pensamientos que han estado rondándole finalmente llenan su cabeza. La verdad es que lleva años sin pensar en ellos, tal vez porque el modo en que se despidieron ni siquiera fue cómodo y hizo desaparecer los buenos momentos, si es que los hubo.

GRABADO EN MI PIEL (Myonly)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora