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El aire parecía hacerse cada vez más denso, Jisung se esforzaba por no caer sobre sus rodillas ante el peso que se empezaba a instalar sobre su pecho, parecía no recordar como respirar de manera adecuada con cada paso que Minho daba hacia él. No podía moverse, sentía sus manos empezar a humedecerse ante la mirada atenta que el mayor tenía sobre él. Su cuerpo parecía estar completamente alerta ante cada acción del pelirrojo, sin embargo, parecía ignorar cada orden de movimiento que Jisung quisiera realizar, estaba paralizado. Minho se veía cansado, la esquina de sus ojos, coloreada por un sutil rubor, parecía indicar que el mayor había estado llorando, las ojeras que acompañaban esta imagen, parecían romperle más el corazón a Jisung, quien se culpaba por el estado del mayor, percatándose poco por el propio.

Empezaba a perder la calma con la cercanía que se estaba creando entre ambos cuerpos. No había suficiente tiempo para pensar y sus sentimientos estaban desordenados haciendo que se sintiera completamente agobiado por lo que estaba sucediendo. Su cuerpo entero parecía pedirle que se refugiara en aquellos brazos que tanto había extrañado, buscar el calor que anhelaba y respirar su aroma, cuya ausencia en las mañanas parecía el peor castigo. Por el contrario, su mente presa del pánico solo buscaba formas de huir. Jisung sentía que en cualquier momento la lucha entre su mente y su corazón lo harían explotar por lo que, desviando la mirada del mayor, aguantó la respiración y con la voz débil preguntó —Minho, ¿Qué haces aquí? — Después de dejar salir estas palabras sintió el pánico empezar a recorrer su cuerpo —Necesito que te vayas. Vete, por favor, sal de aquí. — continuó, empezando a desesperarse por la sensación de estar perdiendo el control de sus emociones. —No. Jisung, no me pienso ir hasta que hables conmigo— contestó Minho decidido. Jisung apretó sus puños y cerró los ojos para pronunciar las palabras que no quería salir por sí solas —Minho no lo entiendes... No quiero hablar contigo, ya dije lo que tenía que decir, no hay nada que resolver, lo nuestro terminó— Gritó, tratando de alejar a Minho una vez más.

Jisung no fue capaz de levantar la cabeza, y mucho menos abrir los ojos. El silencio se había prolongado por mucho tiempo y temía encontrarse con la ausencia del mayor. La voz de Minho interrumpió sus pensamientos. —Aquí estoy, príncipe. Sé que la última vez no te escuché y me marché pero, no pienso cometer ese error otra vez. Lamento no haber notado tu sufrimiento, lamento haberme asustado y lamento haberme marchado ignorando lo que tus palabras escondían. No puedo prometer que arreglaré todo el daño que dejaron en ti, no puedo prometer que todo sea perfecto y no puedo prometerte la eternidad— al escuchar estas palabras, Jisung colapso. El llanto que había intentado ocultar comenzó a ser más sonoro, su cuerpo parecía rendirse ante el dolor que producía escuchar las palabras que el mayor le estaba dedicando y la tensión en su cuerpo fue reemplazada por una tristeza desconocida. Minho se acercó más levantando el mentón del menor para poder conectar su miradas, limpió las lágrimas que se deslizaban por las mejillas de Jisung y continuó —Lamento haber dicho que eras demasiado, no sabía lo esas palabras podían causar en ti — Jisung abrió los ojos, sorprendido ante aquel comentario —Seungmin me contó todo— Concluyó el mayor. Jisung levemente confundido, dio un paso hacia atrás, soltándose del agarre de Minho. — Tae Seong no tiene nada que ver con esto — dijo molesto —Pero cariño, tiene todo que ver — contestó Minho suavemente, sintiendo la ausencia del calor bajo su mano — No es así, él tenía razón, Minho. Míranos, soy imposible de querer. El problema no es mi pasado, el problema soy yo— respondió Jisung, mientras limpiaba con fuerza sus lágrimas. — Te alejé para no volver a lastimarme, tampoco quería lastimarte y míranos. Te hice sufrir, solo se hacer daño— terminó de decir con tono débil. —Es obvio que estoy sufriendo, ángel. Estoy sufriendo porque te quiero conmigo y me duele no poder estar a tu lado, me duele que me alejes, me duele verte sufrir, me duele no entender, mas no me duele estar contigo.  No me dueles tú, es tu ausencia la que no soporto. Jisung, te necesito y aunque lo niegues, se que tu también lo haces— respondió Minho, mientras sus ojos se cristalizaban — No necesito a nadie — Interrumpió el menor —Todos necesitamos de alguien— continuó el mayor, mientras el menor negaba con la cabeza, mordiendo su labio inferior, dirigiendo su mirada lejos del mayor. 

Just Say Yes  [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora