1

3 0 0
                                    

La joven sentada en el trono sentía la tensión latente mientras la corona se posaba sobre su cabeza; sabía lo que pasaba por la cabeza de los miembros de la Corte, sus padres estaban muertos, su hermano mayor, el antiguo rey Simon I, había sido aniquilado durante una guerra civil que ella misma había liderado, se sentía culpable y trataba de convencerse de haber hecho lo correcto, ella nunca había estado a favor de la supremacía demlit y su opresión sobre los seres humanos.

Recordaba como su madre le había pedido en su lecho de muerte que protegiera a todos los que vivían en los siete reinos sin importar su origen.

— Su alteza real, nuestra amada princesa heredera, ¿promete usted proteger a los seis reinos que conforman el Imperio demlit fundado por su predecesor, su padre, el rey Kassian I; para gobernar de manera justa defendiendo los ideales de la casa de la magia, poniendo a disposición de sus súbditos sus poderes para repartir justicia en todo nuestro territorio?

— Si prometo. —  Ella sabía la carga que asumía mientras en su brazo la marca de una corona se teñía.

— En ese caso, yo, Harrison Xusta, en calidad de representante de las cuatro gloriosas cortes y como líder de los fuego, te corono como reina del Imperio demlit y te declaro ante el mundo como Reina Clare Ma...

— Clarem, por favor. —pidió la joven sin dar más explicaciones.

— Por supuesto, la nombro Reina Clarem I de la noble casa Cimag. —los aplausos y las reverencias no tardaron en resonar.

— Permítame ser el primero en felicitarla por su nuevo título, majestad. — el pelirrojo se acercó manteniendo la distancia.

— Sabes que no debes llamarme así, Harrison, después de todo somos amigos. — soltó sarcásticamente la recién coronada joven de diecinueve años.

— Estás molesta.

— Te pusiste del lado de mi hermano durante la guerra. — acusó.

— Era mi rey, mi mejor amigo.

— Comprendo que creías en su causa, admiro tu lealtad.

— ¿La admiras o la detestas?

— La admiraré siempre que este a mi servicio. — decretó manteniendo la compostura.

— Mi lealtad siempre ha estado a favor de la Corona, es mi deber. — respondió cortante.

— Espero que no lo olvides ahora.

— No lo haré, así como tampoco olvidaré quién lo mató.

—Nunca quise hacerlo. —la culpa la invadió tremendamente.

— Pareció lo contrario cuando tu maldición atravesó su corazón y lo mató en medio de los acuerdos de paz, un ataque cobarde acabó con la vida de nuestro rey. La mayor prueba de mi lealtad es que mantendré la mentira de como una jovencita valiente y rebelde luchó contra el rey de los seis reinos y lo liquidó en medio de una gran batalla campal.

— Es mi hermano de quién hablas. —las lágrimas amenazaban con derramarse de los ojos de la chica.

— Estuvo de acuerdo en escucharte, aun cuando todos sus asesores le dijeron lo contrario. Pensó que su amada hermanita se rendiría y ocuparía el lugar correspondiente a su lado, luego conquistaríamos y anexaríamos Starghest al reino y su legado brillaría por generaciones, tenía un futuro brillante y ...

— ¡Fue un accidente! No controlo estos poderes, son demasiado, yo...

—¡Eres un peligro!

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 05 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Clarem: El inicio de la leyendaWhere stories live. Discover now