*Separador: Gally*
—¿Por qué no entiendes que es muy mala idea ir a buscarlas en tu situación? — La irritante voz de mi amigo no me dejaba continuar alistándome para salir a buscar a Krista— Lo digo enserio, Gally.
Tomé mi mochila con lo esencial para nuestra expedición y me dispuse a salir de mi habitación. Mi objetivo era encontrar a la cazadora que había estado desaparecida junto a Eva y Sam desde hace más de 24 horas. Habían ido a asegurarse de que los demonios no hubieran descubierto que la maldita grieta había abierto casi por completo.
—¡Espera un segundo! — Hollander se interpuso en mi camino mientras negaba con molestia— No puedes.
—¿Quieres ver como sí puedo?— Lo reté e intenté empujarlo, pero no lo moví ni un centímetro.— Déjame ir.
—No saldrás sola.
—Obviamente no, idiota— Me burlé de él a pesar del mal momento en el que nos encontrábamos— Me acompañarán Ónix y Adamme, ya te lo había dicho.
—¿La acosadora demonio que no deja de mirarte? Estás loca, esa es más probable que te secuestre que a llevarte con Krista. En todo caso, ¿por qué no van ellos solos?
—Porque yo quiero hacerlo.
El lobo rodó los ojos y negó.
—Te pones en riesgo, no puedes estar tan cerca del fuego, ¿qué pasa si despiertas a la bruja?
Hace ya unos días que había elegido ser sincera con él, sobre todo cuando se puso como loco a decir que no confiaba en él lo suficiente como para decirle lo que en verdad estaba pasando, por lo que le conté sobre mi hibridismo y el hecho de que recientemente me enteré que probablemente volvería a ser encerrada en mi propio cuerpo.
Eso último lo hice ya que me atrapó en un pequeño ataque de pánico al ver mis ojos tornarse en un leve naranja.
—Ya he estado muy cerca del fuego como para que hubiera despertado y no lo ha hecho, así que relájate.
—No, no voy a relajarme sabiendo que podríamos perderte solo por tu tontería de salir a pelear como si fueras una maldita guerrera. — No supe que responder a eso, por lo que solo rodé los ojos y negué— Y aunque lo quieras negar, esa bruja cada vez está tomando más poder sobre tu cuerpo, solo mira esto.
Sin pedir permiso, alzó las manos sobre mi cuerpo y soltó el peinado que mantenía mi cabello recogido, dejándolo caer libremente sobre mis hombros al quitar la liga que lo sujetaba.
—¡Oye!
Escondí el mechón naranja que se asomó de entre mi melena rubia.
—¿A eso le llamas que "la bruja sigue dormida"? — Hizo comillas con los dedos mientras negaba con molestia y no dejó de observar mis manos tapando aquel mechón.
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Infierno Escarlata (C.E 2)
Fantezie-Segunda parte de Castigo Escarlata- Después de miles y miles de años, la vampiresa Gally Dimmock al fin ha logrado obtener lo que tanto anheló en el pasado: libertad. Lamentablemente, al cumplirse su deseo, todo lo que alguna vez amó le fue arrebat...