𖧧 ָ࣪ ˓˓ 01𓏔

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[ N. ⬆️ / W. ⬇️ ]

La tarde había caído pacíficamente una vez más. Sin ninguna tormenta que aceche o atente con arruinar el buen clima desde hace dias. Ese canto suave de los pájaros y la brisa costera recibiendo a todo aquel que ponga un pie en la nación del agua.

Y quizás se estén preguntando a qué se deben tan buenas noticias.

Neuvillette sabría decirles exactamente porque.

Con su cuerpo caluroso y firmemente presionado contra la espalda de Wriothesley. Mientras este último se replantea si caminar es una opción viable a ese punto. Después de todo, habian sido días muy largos y la rutina mañanera que tenían era indispensable para el buen clima de Fontaine. En especial cuando el papeleo y los juicios se hacían cada vez frecuentes y no tenían mejor idea que soltar el estrés así.

El duque se retorcía bajo el toque del iudex en sus pectorales, mientras la cabeza de su propio pene roza impudicamente contra su vientre. El cabello de su nuca erizandose ante los besos que repartía allí su pareja.

────Monsieur, se te hará tarde. ────soltó el carcelero en un quejido mientras arqueaba más la espalda y su trasero quedaba justo a disposición de la entrepierna expuesta del juez.

Este último no se soltó, en cambio se encargó de estimular con más entusiasmo los pezones sensibles del otro. Enroscando la piel entre sus dedos y tirando antes de clavar sus dedos contra la blanda carne de alrededor, dejando franjas de dedos rojas en esta.

Los latidos del corazón de Wriothesley se aceleraron cuando sintió como una mano del juez viajaba hacia su trasero, vagando sobre su piel con la yema de sus dedos, antes de enganchar una mejilla y abrir. Prestando especial atención a como apretaba la carne y estiraba su agujero ya abierto de la noche anterior.

────Tienes tantas ganas de recibirme. Eres tan lindo.

El iudex murmuró esa alabanza contra su oído mientras empujaba su polla entre sus nalgas, sin entrar. Siendo considerablemente más suave debido al exceso de lubricante natural que su propio cuerpo producía. Haciendo que un sonido húmedo e indiscreto resonara en la habitación con cada estocada que daba. Pegajoso. Se escuchaba asqueroso.

────Tan magnífico.────cantó Neuvillette en un suspiro.

Y aun así no podía evitar ponerse más duro.

El más joven se aferraba a las sábanas como si su vida dependiera de eso mientras reprimia los gruñidos y jadeos que se le escapaban. No era capaz de manejar el volumen de su voz cuando Neuvillette se esforzaba tanto en hacerlo gemir.

Se sentía extraño cada vez que su propio pene chocaba la punta contra sus abdominales. Todavía podía sentirlo adentro cuando eso pasaba... es una larga historia.

La piel de Wriothesley estaba roja de atención y sus ojos de a poco se desenfocaban más y más. Su propia ereccion sin ser tocada por órdenes del juez tiempo antes.

────Qué buen chico. Me gusta que mi perro sea obediente. ────Jadeó Neuvillette, percibiendo como su polla se contraia solo con la presión de la piel del otro contra su extensión.──── Debería recompensarte.

La firme mano del Iudex volvió a abrir las nalgas y usando su control sobre el hydro, invocó un chorro que levitó hasta la entrada del otro, entrando sin muchas contemplaciones.

La boca de Wriothesley se abrió en sorpresa y se aferró ahora a la mano en su cintura. Esa parte siempre se sentía extraña. Tembló y se retorció contra su pareja como si le fuese a quitar el aire con cada estiramiento del hydro en sus agujero.

──── Mnhg...──── Wriothesley soltó lo primero que se le vino a la cabeza... de abajo.

Amaba la sensación.

──── Monsieur...────pronunció en un quejido al sentir como el juez apenas rozaba su próstata con la energía elemental.

Pocos segundos después Neuvillette perdió el autocontrol. Su respiración se había acelerado y las suplicas de su amante no paraban de llegar a sus oídos. Lo jaló con fuerza sobre sus rodillas y se puso entre sus piernas.

Cuando creyó ilusamente que estaba preparado para tomarlo, fue entrando en él, descartando en algún lado el agua que escurria de su agujero.

Wriothesley dejó de respirar.

Sintió como el glande batallaba un poco por entrar y deslizarse satisfactoriamente hacia dentro sin problemas, tomando la curvatura natural de la polla anormalmente grande de Neuvillette. Y Wriothesley nunca era capaz de procesar el tamaño o el dolor inicial, incluso ya habiéndolo montado numerosas veces a lo largo de los años.

Entonces el dragón encajó sus dedos contra su cadera y empujó, sin mucha fuerza al inicio. Pero eventualmente el carcelero tuvo que silenciar sus ruidos mordiéndose los nudillos o la tela de la almohada.

Con cada chasquido de pieles soltaba un sencillo monosílabo que se iba haciendo mas frecuente a medida que lo cogian con mas velocidad. La garganta del duque emitia sonidos irreconocibles a su voz apacible y demandante de siempre.

Tocaba su punto dulce una y otra vez. Como si lo hubiese memorizado (no muy alejado de la realidad). Y él otro solo podía tomarlo todo.

Llevó una de sus manos temblorosas por su cuerpo. No tenía que masturbarse. Neuvillette lo iba a reprender. No le dejaría correrse. Y él terminaría estresado, con impotencia, cabalgando un orgasmo prolongado hasta llorar de alegría cuando finalmente se libere. Lo cual, en retrospectiva, estaba más que bien; pero lo único que quería ahora era que Neuvillette terminara de exprimirlo para volver a dormir.

Si así es como Neuvillette se tomaba uno de los días libres de Wriothesley, no quería imaginarse las vacaciones.

────Me pregunto si serias capaz de tomar ambos. Estoy tan cerca de esa época.  No puedo esperar.──── Dijo, o más bien eligió, el Iudex.

Los oídos de Wriothesley estaban ensordecidos  por sus propios gemidos y fue incapaz de responder algo coherente cuando se sentía tan deshecho y cansado.

Arqueó más su espalda cuando el juez propinó una bofetada contra su trasero, dejando bien marcada su mano alli.

────Te estoy hablando.

Cada atomo de su cuerpo estaba sobrecargado de estimulos.

────Hmm... ────Solo murmuró en respuesta.──── si, si... Neuvillette...~

Casi sollozó cuando la mano de su amante tocó su pene. Acariciándole superficialmente mientras lo embestia con fuerza por detrás. Podría correrse ahí mismo.

Pero Neuvillette se detuvo.

El pánico lo invadió.

Quería... no; tenia que moverse. Estaba tan cerca.

Y de pronto lo sintió. Como el pene de Neuvillette se contraia en su interior y se desparramaba en sus entrañas.

Lo cual siempre era agradable.

Pero esta vez habían dos cosas que lo inquietaban.

El que se haya detenido por completo y el sentirse tan lleno de repente. A tal punto que pasó un minuto y juraría que todavía no terminaba de vaciarse, que seguía llenándolo de esperma hasta el estómago, en cual se estaba hinchando muy ligeramente. O quizás solo era impresion suya.

Neuvillette finalmente se retiró y el carcelero finalmente pudo acostar su adolorida espalda de costado nuevamente en la cama. La almohada bajo su cabeza estaba mojada de dos líquidos distintos y al menos ninguno de esos era esperma.

────Te ves tan... no se ni como explicarlo. Te portaste muy bien.

En algún momento se había corrido. No lo procesó.

Tampoco procesó cuando la alarma de las 6am del juez sonaba justo en el momento que cerraba sus ojos para descansar. Mucho menos cuando Neuvillette lo besó antes de levantar sus piernas y lavarlo antes de irse a trabajar.

Wriolette/Neuvithesley SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora