Capítulo 8.

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Entro por la puerta y lo primero que veo es el salón, las paredes y el suelo son de color blanco, justo enfrente de la puerta de entrada hay una televisión de plasma y una mesa de comedor con sillas alrededor. A mano derecha está el sofá estilo Chase Long de color gris y un espejo grande en la pared derecha. Hay varias puertas, que supongo que serán las de las habitaciones, el baño y la cocina. O sea que desde el salón se accede a todo.

La niña está sentada en el sofá viendo la televisión.

El chico me mira y yo le miro a él.

-¿Y bien?-pregunto.

-Ven, hablemos en la cocina-dice.

Camina por el salón hasta la puerta que parece ser de la cocina como él dice. Entramos y cierra la puerta.

Todo es de color marrón, pero no de madera, es mármol marrón. Bastante bonita. Hay una barra con unas sillas y me invita a sentarme en una de ellas.

-Entonces tú primo es Manu.

-Si.

-Pues nunca me ha hablado de ti.

-¿Qué? ¿Y por qué iba a hacerlo?-pregunto extrañada.

-Porque tu primo, es mi mejor amigo-dice serio.

No puede ser. Esto no puede estar pasando.

-¿Perdona?

-¿Qué pasa, tu primo no puede tener un mejor amigo?

-Es que por tu forma de tratarme no parece que tengas muchos amigos perdona que te lo diga.

-Bueno pues sorprendentemente si y es tu primo.

-Vale, genial, ¿ahora podrías explicarme para qué quieres hablar conmigo?

-Estás contratada.

-¿Perdón?

-Lo que has oído, no voy a hacer que tú primo se enfade conmigo aunque hablaré seriamente con el de esto-dice.

-¿Y cuál es el trabajo? Al menos para saber a lo que voy a dedicarme a partir de ahora.

-Cuidarás de Leti-dice.

-¿De la niña?

-De mi hermana-responde.

-No sabía que era tu hermana, perdona-le digo.

-Lo es y no tengo todo el tiempo para cuidarla y necesito ganar más dinero del que gano, así que tú te encargarás de ello y yo te pagaré por cuidarla.

-Vale, se me dan bien los niños, pero, ¿vuestros padres?

Se le vuelve a cambiar la cara.

Mierda. La he cagado.

-Están muertos-dice con la mirada fija en mi.

-Joder lo siento, no quería...-intento disculparme.

-No quiero oír lo que sigue de frase, ya he escuchado bastantes, limítate a tu trabajo por favor y a mí no me molestes-dice.

-¿Cuánto vas a pagarme?

-Empezaremos con quinientos por estar con ella cuatro horas al día de lunes a sábado, el domingo es el día que tengo libre y quiero estar yo con ella.

-Me parece bien, todo lo que sea dinero me sirve.

-No me importa lo que te venga bien, empiezas ahora mismo, ve a conocerla.

-¿Ahora?

-¿Quieres el trabajo no? Pues ahora.

-Vale, por cierto soy Cloe, no nos hemos presentado formalmente y si vamos a compartir tiempo juntos estaría bien al menos saber nuestros nombres.

-No te equivoques, vas a pasar tiempo con mi hermana, no conmigo, no me importa cómo te llames, además ya me lo habías dicho antes.

Me levanto de la silla sin ni siquiera mirarle y abro la puerta de la cocina para ir con la niña.

-Hola, soy Cloe-la digo.

No me responde.

Empezamos bien esto.

Me siento a su lado en el sofá y miro hacia la televisión yo también.

-¿Qué estás viendo?-intento sacar tema de conversación.

No me responde otra vez, pero ahora encima se levanta del sofá y camina hacia una de las puertas para abrirla y entrar.

La cierra.

Me quedo sentada en el sofá sin saber que hacer.

El chico sale de la cocina y se queda mirándome.

-Has espantado a una niña de seis años, maravilloso comienzo has tenido.

Este chico es insoportable, de verdad no entiendo que sea el mejor amigo de Manu.

-He intentado ser amable y hablar con ella y se ha ido.

-Normal-dice caminando hacia la misma habitación que la niña.

Me vuelvo a quedar sola en el salón, esperando a que alguno de ellos salga.

Oigo voces en la habitación pero no consigo entender que dicen.

Se abre la puerta y salen ambos.

-Hola-digo.

La niña me mira y camina hacia mi.

-Soy Leti.

-Es un nombre precioso Leti-digo sonriendo.

-¿Vas a estar aquí mucho tiempo?

-Si, vendré a estar contigo varios días y lo pasaremos genial-respondo.

-Pues yo no quiero.

Vaya, golpe bajo.

Son exactamente iguales, se nota que son hermanos.

-Leti, ahora tengo que irme, volveré mañana-dice su hermano.

-¿Mañana?-digo alzando la voz.

-Si, mañana-responde.

-No habíamos hablado nada de pasar noches.

-Te pagaré veinte euros más, deja de quejarte tanto por favor, tú voz es irritante.

-No quiero que te vayas Caleb-dice la niña abrazando a su hermano.

-Tengo que trabajar.

-¿Vas a portarte bien?-pregunta la niña.

Les miro extrañada, tienen una relación muy estrecha y la niña parece preocuparse demasiado por su hermano. Supongo que para una niña tan pequeña no es fácil asimilar la muerte de sus padres y más si el único apoyo que tiene que es su hermano la deja sola con una persona que no conoce.

-Siempre me porto bien pequeña-dice dándole un beso a la niña en la frente.

Los besos en la frente siempre me han parecido de protección, me parecen demasiado importantes y bonitos como para dárselos a alguien sin importancia.

-Te quiero Caleb.

-Y yo a ti pequeña.

Sale por la puerta sin despedirse de mi, ni siquiera me mira.

Me quedo a solas con la niña otra vez y no sé cómo empezar a hablar con ella. Esto es muy difícil para mi.

Un golpe de suerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora