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Morte

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Morte

PERDIENDO EL CONTROL.

Apreté mis manos a un costado de mi cuerpo conteniéndome.

Recuerdos invadían mi mente llevándome al abismo.

—No. Por favor paren.

Grite de dolor cuando mis tendones se tensaron, amenazando con revelar aquel monstruo en el que me habían convertido.

—Onyx, ¿Dónde está Nyx?

—Fue con Leah a jugar afuera.

—Ah —respondí despreocupado.

—¿Porque se fían tanto de esa humana?

—Porque ha demostrado ser muy distinta a los demás.

—Ja. Eres un iluso por pensar eso Morte. Deberías ser como yo.

—¿Cómo? Un frio de mierda sin sentimientos.

—Si.

—No Onyx, eso jamás.

—¿Y por qué no?

—¿Por qué? Y todavía preguntas. Mírate ni siquiera le tienes cariño a nuestros padres, no quieres a nadie.

—No sabes lo que hablas —gruño enojado.

—¿No? Entonces explícame.

—Lo hago por ella.

—¿Por quién?

—Por Nyx, ella y yo tenemos una fuerte conexión por ser mellizos, puedo sentir lo que siente, dolor, tristeza, alegría. Todo Morte, y si yo fuera un ser con sentimientos y si dejara que mis emociones tomaran el control de mí, ella se derrumbaría. No podría con eso. Por eso apague mis emociones, para protegerla. Para que no sufra más de lo que ya lo hace. Así que no me vengas con reproches.

—¿Por qué no sabíamos de eso? porque...

—Por que decidimos mantenerlo en secreto, ellos no lo saben aún, y si llegaran a enterarse no quiero imaginar las distintas formas en que querer experimentar con nosotros. Así que no le dirás a nadie Morte.

—Sabes que no lo haré. Si no, no me lo hubieras dicho.

—Confió en ti.

Llevé mi cabeza hacia tras pegándola a la pared mientras venas rojas se apoderaban de mi cuerpo, una gran capa de sudor sangrienta cubría mi piel mientras lagrimas gruesas y negrunas rodaban por mi mentón.

Los echaba tanto de menos.

Deseaba. Deseaba más que nada estar con ellos en estos momentos, ya no soportaba seguir viviendo esto cada día de mi vida. Cada noche que entraba en este cuarto oscuro, sucedía lo mismo. Como una secuencia. Cansaba y dolía, dolía tanto que lo único que podías desear era morir con todas tus fuerzas. Otro recuerdo me ataco, hundiéndome en él pasado.

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