Las Aventuras Del Dios Del U13

No sé exactamente como sucedió. Simplemente un día aparecí en este mundo desconocido y automáticamente pase a ser el dios responsable del universo.

Cuando desperté de lo que se suponía una pequeña siesta, vi que me encontraba en un sitio diferente, el entorno que me rodeaba era muy colorido, y el cielo era una mezcla de colores que daban la apariencia de nubes cósmicas, algo como las nebulosas.

Entonces al examinar más el lugar, pude ver doce pilares que me rodeaban, en los cuales flotaban unas bolas de cristal, las cuales contenían en su interior lo que parecía una galaxia.

Todo parecía surrealista y sacado de un cuento de hadas, de no ser por una voz que apareció de la nada tal vez seguiría creyendo que esto era un sueño.

—Hola —dijo la voz, pero no podía ver quién me hablaba. —Aquí abajo.

Cuando mire abajo, efectivamente ahí estaba. Era un ser extraño de color azul y una extraña vestimenta, aunque lo más extraño y gracioso era su cabeza, la cuál tenía la forma de un balón de fútbol americano.

—Hola, supongo... —dije, todavía un poco confundido por la situación. —¿Qué es este lugar?

—Este es el reino de la nada, yo soy Zeno Sama y soy el rey del todo, esos universos de ahí y este mundo, todo es mío.

Aquel pequeño ser, con su voz que parecía ser muy infantil, no dudo en decir todas esas cosas, yendo directo al grano, como si supiera cuáles iban a ser mis siguientes preguntas y quisiera ahorrarse el tiempo de explicar.

No estoy seguro porque, pero en ese momento me sentí inquieto, era como si estar frente a este pequeño ser que se declaró como el rey absoluto de todo lo que existía, me hacía sentir indefenso y en un inminente peligro, a pesar de que este sujeto aparentaba ser inofensivo.

—Y-Ya veo, aunque hay algo que no entiendo, Zeno Sama —dije con todo el respeto posible. —¿Qué hago aquí?

—Yo te invoque.

—¿Qué usted... Qué? ¿Eso quiere decir que mori mientras dormía?

—Deberías sentirte afortunado, tuviste la suerte de ser el elegido entre tantos, ahora estás aquí y trabajaras para mí ¿Si?

Honestamente no supe como reaccionar, lo normal sería quejarme y llorar por que mori y todo lo que sufrí en mi vida para sobrevivir el día a día, al final no sirvió de nada, pues mori de forma misteriosa mientras dormía.

Pero no, me mantuve ahí de pie, algo desorientado por la noticia y por qué ahora no estaba seguro de lo que este ser pequeño pero que emitía un aura aterradora quería de mí, un simple mortal.

—No te preocupes, tu trabajo es más sencillo de lo que piensas, si aceptas, tendrás ciertos beneficios —dijo Zeno Sama dándose la vuelta. —Si no lo aceptas, está bien, pasarás a una mejor vida e invocare a otro que quiera el trabajo.

—¿Con pasar a mejor vida... Quiere decir que moriré de todos modos?

—Obvio.

—Supongo que no tengo opción, está bien ¿De qué se trata el trabajo?

No había necesidad de hacer esto más largo y negarme, pues si ya estaba muerto en mi mundo, quien sabe si cuando muera de verdad vuelva a vivir o simplemente desaparezca de la realidad.

Zeno Sama se giro y sonrió de forma complacida, algo que me causo más temor y me hizo sudar frío. Por muy infantil que aparente ser está entidad lo mejor es no hacerlo enfadar, quien sabe de lo que podría ser capaz.

—Me alegra que hayas aceptado. Bien, tu trabajo es ser el encargado de todo un universo, es parecido a los universos que ves allí arriba —dijo señalando con su pequeña mano uno de los pilares. —El universo 13.