New World Coming

18

Estoy sentada en el parque, sola.
Necesito esta soledad por ahora. Un momento mío y solo mío sin favor a la contrariedad que me pide correr a los brazos de Hermione.

Apenas han pasado las veinticuatro horas después de su secuestro, en todas esas horas estuvimos juntas.

En la noche justo antes de dormir me aferré a su cuerpo con un miedo de que al despertar me la hayan arrebatado, al despertar las palabras no existieron para describir la paz de verla.

Claro que, las cosas cambiaron un poco cuando entre las tareas del día vi de reojo la portada del diario el profeta.
Muchas veces vi que una lechuza le traía el periódico a Hermione, pero me di a la rápida idea de que lo que pasará en el mundo mágico ya no tenía mucho que ver conmigo.

Lo cual es una clara estupidez.

En él se hablaba de como Harry Potter y compañía salvaron a su amiga de unos secuestradores, con una buena omisión de mí "ayuda"
Entonces, ¿Qué me preocupa? Es simple.
El cerdo tiene una pequeña entrevista de los hechos, sus "hechos". Tan disparatados como tontos, pero... De igual forma que dicen en una programa: "Crea fama y échate a dormir"

Así que cuando leí: "¿Bellatrix Black pasada a ser Bellatrix Granger?"
Es que entendí que, sin quererlo. Mi nombre aún afecta en muchas cosas, sobre todo en un juego de poder gubernamental para este grupo del ministerio.

"¿Qué debería hacer"?- pienso mordiendo la uña de mi pulgar a la vez que algunos niños del vecindario corren en el pasto.

No tengo poder mediático... Al menos no como me gustaría, y lógicamente el dinero es imposible a estas alturas. Probablemente ya se ha repartido bajo la mesa sin que Hermione pueda hacer algo.
Mi varita fue arrebatada y dudo mucho que alguien además de Hermione y Cissy me preste una.

Siento que me ahogo.
No hay un "algo" que pueda hacer o sugerir.

Entre todo lo que padre nos obligó a recordar y decir, una cosa que pongo a su favor es el ofrecer algo a cambio.

¿Qué ofrezco? ...
Nada hasta donde sé, la respuesta es sencilla y directa pues con solo mirar lo que aparentemente está sobre nosotras y saber que no puedo hacer nada es... Frustrante.

-¿Por qué importa ahora?- susurró enojada pues cosas así nunca importaron. ¿Será por el dinero, el poder, los antiguos títulos? -Estúpida vida sedentaria-

Me levanto para comenzar el camino a casa. Aún hay luz de tarde, así que si tengo suerte veré algo de doctor who.

......

-Bella- llamo viendo que ella señala la televisión. Suspiro y la pago.

-¡Oye!-

-Debemos hablar-

-... No hice nada-

-No es eso- camino hasta sentarme a su lado, ya sea por pedido o algo que convertimos en la norma ella se acuesta en mis piernas.

Vaya cambio, ¿No?
Todo debería ir en camino ahora, y justamente por eso es que debemos continuar hasta que ella pueda ser completamente libre.

No interesa que diga el profeta o Rita Skeeter, al menos no ahora.

Siendo honesta conmigo misma, en la mente solo tengo tres cosas;
-Traer de vuelta a mis padres.
-Bella.
-Regresar a Hogwarts.

Puedo resolver una cosa a la vez, sin duda podré.
Así que.

-Quiero que vayamos con tu hermana, con Andrómeda-

-¿Qué?- pregunta, viendo yo como su cuerpo se contrae -Pero-

-Bella, sé que apenas y a paso un día de esto. Pero quiero continuar, y quiera o no regresaré a Hogwarts y regresarán mis padres-

-Siento que me echas de casa-

-No es eso- digo riendo por su chiste -Solo pensé, que... Bueno, después del año, de todo esto. Las dos podríamos-

-¿Podríamos?-

-... Me... Me gustaría que las dos estemos juntas-

-¿Qué no ya lo estamos?-

-Pero de manera diferente-

-Oh... Oh-

Ninguna continúa la plática y eso me carcome por dentro. ¿Fui muy directa?
¿Qué pregunta es esa? ¡Claro que lo fui!

Cuando regresamos a casa ayer, cuando ambas dormíamos entendí un poco eso que Bella me confesó sobre imaginar otra vida.

Y por Merlín que algo así te golpea con fuerza.

Una mini historia se cruza por tu cabeza en cuestión de segundos y cuando vuelves a parpadear te sientes mal al ver que nada de eso es real.

¿Será la emoción del ahora? No lo sé, realmente nunca me pasó eso.

Recuerdo una vez viendo a Ginny escribiendo su nombre con el apellido de Harry o el de ambos, siempre lo encontré tonto y absurdo.

Pero... No suena mal: Bellatrix Black Granger o Bellatrix Granger" en cuyo caso. Si, tal vez a Bella le gustaría mantener el nombre de su casa.

"¿Qué carajo me pasa?"- me recriminó comenzando a rascar la cabeza de Bella.

-Hermione...-

-¿Si?-

-Yo, quiero... Ser alguien digna. No una carga, así que-

Tocan la puerta, está vez Bella se levanta y yo tomo la varita apuntando sin dudar.
Bella abre y entra Lucius junto a dos Aurores más.

-¿Qué ocurre?- pregunto cuando veo las esposas para Bella -Lucius- llamo sin bajar la varita.

-Órdenes del ministerio... Hermione- dice tocando el hombro de Bella, se acerca y susurra -Le advertí a Potter, vendrá en unos minutos-

-¿Por qué?-

-Por el uso de tu varita, la persona que te tenía esta moviendo aguas que deberían estar en calma-

-¡Es una maldita broma!- grito asustándolo, voy rápidamente con los Aurores y a pedido de Lucius retroceden.

-Hermione- dice una desconcertada Bella.

-Tranquila, Bella. Es sobre el uso de mi varita-

-Pero-

-Lo sé, Harry viene en camino. No te dejaré, lo prometo-

-... Te creo- Bella besa rápidamente mis labios para ser escoltada a la entrada, Lucius se despide y con un "crack" caigo al piso al perder las fuerzas de mis piernas.

Mis manos tiemblan, y mis ojos pican.
Respiro lento y pesado mientras las cosas se vuelven borrosas por las lágrimas.

Siento un nudo en la garganta, se cierra ardiendo dándome una sensación de sed.
La cabeza me duele y puedo jurar sentir como algo sale de mi cuerpo tras el primer goteo de lágrimas.

-Sabías que no sería fácil, lo sabías- trato de tranquilizarme -No la dejaré, estará bien, estará bien-

El sonido de una aparición hace levanté la vista, veo como Harry se arrodilla y abre sus brazos en señal de consuelo.

Rápidamente gateo a él y lo abrazo con fuerza dejando que todo salga.
En quejidos y gimoteos logré escuchar:

-Todo irá bien Herms, regresará pronto-

Muchas veces Harry me consoló, muchas veces se equivocó.

Pero hoy me aferraré a su creencia.