Caminaba por las calles frías de Seúl, su rostro cubierto por la capucha que caía sobre su frente, protegiéndolo también del invierno.
Estuvo parado unos minutos fuera del edificio donde vivía, luego de tres, casi cuatro días fuera, decidió volver y entrar.
Lo primero que notó fue lo tranquilo que estaba todo, sin los chicos todo era demasiado pacífico, sin las escandalosas risas de Hoseok y Seokjin, sin las tontas peleas entre Jungkook, Jimin y Taehyung por la consola o por a quien le tocaba sacar la basura.
Realmente se había acostumbrado demasiado a esos chicos, probablemente eran las primeras dos semanas que pasaba sin los chicos desde su debut.
O bueno, sin casi todos.
—¿Namjoon?
Al no encontrarlo en la sala, el primer lugar en donde buscó fue en el baño, pero tampoco estaba allí, así que fue a la única habitación que tenían, pasó por las tres literas, encontrandolo en la más apartada, hecho un ovillo bajo las sábanas.
Se acercó lentamente, escuchando leves y casi inaudibles gemidos o lloriqueos.
—Hey. —Lo movió un poco, notando como temblaba, preocupado le quitó las sábanas dejándolo más expuesto al frío de la habitación.
Un lloriqueo más fuerte y lastimero del menor hizo que instintivamente tocara su frente, notando de inmediato lo caliente que estaba.
—Namjoon, despierta, estás ardiendo en calentura. —A duras penas lo levantó, haciendo que se siente en la cama, pero el menor seguía retorciéndose.
—Quédate quieto.
—D-déjame, v-vete...—El de cabello rosa intentaba con todas sus fuerzas, que eran nulas, empujar a Yoongi, lloriqueando en el proceso.
—¿Cómo crees que me voy a ir? Estás delirando por la fiebre. —El pelimenta no entendía la reacción de su dongsaeng, pensando que solo era por la calentura.
—Vamos, hay que...mierda. —No sabía que hacer, no tenía medicamentos y lo único que se le ocurría ahora mismo era darle un baño con agua fría, pero sabía que eso no era efectivo, al contrario, exponerlo al cambio brusco de temperatura podría ser contraproducente.
—Te llevaré a darte un baño con agua fría. —Avisó, recibido solo sollozos y vanos intentos de empuje.
Namjoon estaba lo suficiente débil como para no controlar su cuerpo, lo que hacía más fácil cargarlo en brazos y llevarlo hasta el baño.
Lo dejó en la pequeña tina y comenzó a llenarla, a la par que le quitaba la ropa.
—No quiero...n-no. —El pelirosa seguía quejándose.
—Está muy fría, s-sacame.
—Shh, ya va a pasar. —Yoongi intentaba tranquilizar al menor, acomodando su cabello hacía atrás o sujetando su mano, aunque este se rehusaba a su contacto.
Sus mejillas seguían de un intenso color carmín, que brillaba por lo mojado que estaba su rostro, dándole a entender a Min de que la fiebre no bajaba.
—Quédate aquí, iré a buscarte ropa y una toalla. —Dijo dulcemente, cuando fue detenido.
—N-no —Suplicó con ojos llorosos. —Quédate.
—Volveré enseguida.
Aún con el llanto del menor, no tuvo más remedio que salir e ir a buscar ropa para el líder, tomó un manga largas blanco y unos pantalones de chándal negro con rayas en los costados, ropa interior y un par de medias negras, dejándolo en la cama.