Christine #1: Somos Sociópatas © [Borrador]

XII

Observo al enmascarado avanzar hacia mi, con pasos lentos y analíticos.

-Tú madre me habló mucho sobre ti -masculla solo a dos pasos-, me contó que eras una niña llorona y malcriada, sin embargo lo que veo es una niña decidida y atrevida, demasiado para ser exactos.

Ladea la cabeza mientras detalla mi cuerpo de hito en hito.

Asco es lo que me da, y que ni piense que sucederá algo, solo lo manipulo hasta que se aproxime lo necesario y así, actuar.

Sonrío traviesa como si me gustara su comentario, aunque en realidad si soy eso y mucho más.

-Mi madre -saboreo la palabra pensativa-. ¿Se puede saber qué es eso?

Se ríe por lo bajo y termina de acercarse a mi agarrándome del cuello antes de que reaccione.

-Deja de jugar -gruñe cerca de mi rostro-. Si no sabes lo que es madre pregúntale a Marvel. Las cosas no son como antes, esta vez sí morirás pero primero debo entretenerme un poco más con ustedes. Esperaré a que descubras toda la verdad, a que veas morir a tu noviecito, luego serás mía y tendremos un hijo. Luego de eso es que te asesinaré, querida -murmura en mi oído con voz calmada pero segura.

Se me revuelve el estómago de solo pensar en que tendremos un hijo.

Wakala.

Su agarre en mi cuello se hace más fuerte y la respiración comienza a faltarme. Ante eso le clavo mi rodilla en el estómago logrando que se encoja, pero no me suelta ni pierde fuerza.

-Disfruta lo que te queda de paz, Barbie -susurra para así lamer el lóbulo de mi oreja-. Estás viviendo una versión tan falsa de tu vida -se ríe viéndome a los ojos-. Mami, mala. Hermana, mala -continua burlándose-. Estoy ansioso de ver tu cara ese día.

¿De qué carajos habla?

Mis ojos se comienzan a cerrar a medida que por mucho que lucho no logro apartarlo. Todo queda negro.

Marvel.

Caroline.

¿De qué habla?

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Viernes:4/6/2021

Al despertar hablo con Stella y en menos de nada sin importar lo que diga Caroline, ya estamos en su casa. Allí por alguna razón me siento observada aunque esté dentro y no da sensaciones para nada agradables. Hoy no voy ni de coña a la escuela.

El punto es que, estoy aquí porque no... Nada. Solo estoy aquí por aburrimiento. Punto, solo por eso, no hay una razón en concreto.

Frunzo el ceño viendo al suelo frente a mi. Mentirme también me parece divertido, justo por eso sonrío como si fuera el mejor de los chistes.

-¡Atropellada!

Giro mi rostro hacia él, mi expresión cambia al instante a una seria y poco amigable. Su presencia junto a mi no la quiero, ahora no. Tuerzo los ojos devolviendo mi vista al frente.

-¿Qué le pasa a la atropellada?

-¿Por qué no me dejas en paz? -gruño viendo a su madre salir de la cocina curiosa por saber qué sucede.

-No dices que sabes por qué no lo hago -se sienta en la mesita de centro justo en frente de mi.

-Ahora admites eso.

-Yo no sé qué sabes con exactitud, o qué crees saber. -Aparto mi cabello detrás de mis orejas, causando que de inmediato frunza el ceño-. ¿Qué tienes ahí?