Christine #1: Somos Sociópatas © [Borrador]

XVIII

Pasado:

Viernes:23/6/2016

Una sonrisa... ¿Qué es eso?

Miro desde un rincón de mi habitación toda la oscuridad que me abraza. Me detengo en la puerta que está cerrada con llave desde afuera. Aveces puedo ver como alguien la abre y mi padre llega a rescatarme, pero es todo, mi imaginación. Eso jamás sucederá porque los muertos no resucitan, al menos no se a dado el caso.

El amor... ¿En serio existe?

Rodeo mis rodillas con mis brazos y hundo mi rostro entre ellos. Mañana es mi cumpleaños, pero no tengo amigos a los que invitar, y aunque tuviese, nadie vendría, ya que como quiera mi cumpleaños no sería celebrado para no invitar a nadie.

Si mi papá estuviera aquí me haría una tarta de chocolate e inflaría globos por todos lados, pero él está en el patio trasero enterrado como un perro.

Un abrazo... ¿Desde cuándo no tengo uno?

Mi cabello largo me cubre los costados cuando caen los mechones rubios a mis lados. El calor que me da aquello, me obliga a levantar la cabeza. En ocasiones cuando sucede esto, creo que es papá intentando abrazarme, pero no puede ser al estar hecho un alma, que seguro no está en paz después de lo que pasó.

La felicidad... ¿Cómo sería volver a sentirla?

Esas preguntas no tienen respuestas para mi, y sospecho que nunca las tendrán. Me hago las mismas preguntas todos los días en el mismo lugar. No tengo ni idea de cómo contestarlas teniendo la vida que tengo.

-Barbie -me llaman desde afuera-. Barbie -insisten.

-¿Está oscuro? -esta vez habla Caroline.

-Te traje la comida -murmura Marvel con voz agradable. Abre la puerta y veo su sonrisa. La observo sin parpadear aunque la luz que haya fuera me moleste, ya que mis ojos están acostumbrados a la oscuridad.

-Ven, Barbie -me llama Caroline. La veo con la respiración agitada y me impulso hacia atrás aunque ya no tenga a donde ir-. ¿No tienes hambre? -odio que me hablen como una niña de cinco años.

No me muevo porque tengo miedo.

-Es sopa, como tanto te gusta -me avisa Marvel dando un paso dentro del cuarto.

Un frío en todo el cuerpo me paraliza, pero mi estómago ruge por los efectos que tiene en mi hablar sobre comida cuando llevo dos días sin probar casi ni un bocado. Caroline la sigue y se deja caer en mi cama, o mejor dicho en el colchón que hay tirado en el suelo, donde duermo cuando mi mente me deja pegar ojo.

-¡Barbie, di algo! -me ordena Marvel tirando la puerta enojada. Un poco de sopa se vota al suelo por el movimiento brusco de su cuerpo, causando que tiemble en mi lugar y apriete mis rodillas con mis brazos.

-Esto será divertido -mi hermana se ríe de mi estado.

Marvel eleva las comisuras de sus labios con exageración y abre los ojos mostrándome la zona blanca de ellos. Cuando sonríe así, es malo, por eso tiemblo aún más y continúo sin decir nada. Ella se acerca a mi con lentitud, pero yo continuo intentando apartarme cada vez más, aunque no pueda.

-¿Quieres sopa? -murmura a un metro de mi-. Si quieres comer ven y dale un beso a mami -su sonrisa no se desaparece por eso no dudo en quedarme quieta cuando se agacha -. Barbie, ven -me anima cambiando de semblante a uno más maternal y agradable.

-Ve, Barbie -Caroline está feliz por lo que hace nuestra madre, mientras que yo no entiendo lo que sucede.

-No te haré daño. Solo te pido un beso -me indica colocando uno de sus dedos, de uñas largas y violetas, sobre su mejilla. Dejo de apretar mis rodillas y las observo a las dos con recelo-. Ven con mami -me sonríe feliz. Me pongo de pie con miedo, pero el hambre me gana, ya no aguanto más-. Anda, ven.