XXIII - I

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Parte I

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Como no es problema mío, me quedo en la casa, junto a la Dra. Dombokah, cuando los demás se van a buscar a Sandra. El Sr. Bradley se molestó mucho al darse cuenta de que su hija había desaparecido. Además, cuando Gerien le dijo a Patrick lo que sucedió, casi le da algo al chico. Se enojó demasiado e insistió en ayudar a buscarla, lo cual causó que Gerias cuestionara la razón por la que tiene esa reacción y se formó otro alboroto a causa de la pequeña relación entre Sandra y Patrick.

El Sr. Bradley no lo sabía porque había estado de viaje por trabajo en ese tiempo, y Stella era la enterada y encargada de contarle lo que sucede, pero no lo hizo. Gracias a dios no se enojó tanto, porque si no, no sé qué sería capaz de hacer. En fin, Patrick terminó ayudando a buscar a su novia.

Al principio a Stella no la querían dejar hacerlo, pero luego con su insistencia y seguridad Gerias terminó por dejarla ayudar.

Recuerdo ver la cara del golpeado cuando notó que yo no pondría mi granito de arena, estaba molesto, pero me daba y me sigue dando igual.

Justo ahora me encuentro en mi alcoba y la Dra. Dombokah en la sala, supongo. Estoy viendo el techo, pensando en lo sucedido ayer, mientras, a veces sonrío con ironía. Es que hay cosas que me parecen estúpidas, no les veo sentido y me causan gracia.

En lo que pasan las horas, continúo esperando que regresen, pero no lo hacen. La hermana de Gerias tampoco viene a intentar sacarme de la habitación, o consultarme. Por eso decido bajar y la veo sentada en el sofá con la boca abierta, rendida.

Ladeo la cabeza pensando en qué hacer y opto por entrar a la cocina, preparar algo para cenar y luego ducharme.

Cuando Madison, la Dra. Dombokah, se despierta comienzo a preparar la mesa y en poco tiempo cenamos. Ella ni siquiera se sorprende porque está conciente de lo que fui obligada a aprender cuando era pequeña. Porque sí, tambien hice el papel de Cenicienta cuando me obligaban a salir de la habitación. Debía hacerlo todo en la casa mientras ellos se ocupaban de relajarse o llevar gente desconocida, toturarla y asesinarla.

Nunca había entendido por qué, pero ya que recordé que trabajan como asesinos a sueldo, he entendido. Todavía quiero saber para quién
trabajan, aunque lo que más me importa es la razón por la que asesinaron a mi padre. Es lo que me causa más rabia, y es lo que estoy dispuesta a descubrir con más antelación.

Mi móvil comienza a sonar con una llamada, interrumpiendo mis pensamientos y contesto al ver el nombre de mi niñera en este.

-¿Qué pasa?

-Los chicos ya van para allá, estoy en el hospital porque me llamaron para avisarme que tú abuela despertó -suelta y mi reacción es pestañear neutral como si nada-. Dice que necesita hablar contigo sobre algo importante... Algo de tú pasado -añade y eso causa que capte toda mi atención.

-¿Qué es?

-No lo sé, no me a querido contar -puntualiza-. Chris, ven pronto, no creo que aguante mucho tiempo despierta.

-Vale, estoy allí en poco tiempo.

Basta saber que luego de que colgara, me puse un gean cuatro puertas negro y una camisa ancha con una fotografía de Eminem en frente. De calzado uso unas converse y bajo las escaleras a toda prisa. Madison me dice que me cuide cuando salgo de casa mientras llamo un taxi.

...

En el hospital me apresuro a la habitación 179 y al entrar me encuentro a Stella caminando de un lado a otro, preocupada. Cassandra en cambio, al notar mi presencia, le cuesta un poco abrir los ojos para detallarme.

Christine #1: Somos Sociópatas © [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora