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El ambiente en el bar Circle era el mismo como de costumbre, había música sonando alto, mesas llenas donde gente jugaba a las cartas y reían, tomaban cerveza como cosacos, algunos estaban con bellas damas sosteniéndolas de la cintura y ellas sonreían estando al tanto de que el vaso de su acompañante nunca estuviera vacío, traían maquillaje intenso y escotes pronunciados, había otros que estaban demasiados borrachos como para poder ponerse de pie, inclusive dormían sobre las mesas donde había rastros de alcohol, y cocaina esparcida por el suelo. Un completo desastre, pero eso era a lo que Xiao Zhan llamaba "hogar".

Era básicamente eso, su hogar, se la pasaba 24/7 ahí, y es que la habitación donde dormía estaba en los pisos de arriba, era un camarero normal, recibía los pedidos de los demás, aveces estaba detrás de la barra sirviendo cerveza y muy pocas veces se animaba a subirse a la pequeña tarima para cantar algo, pasaba que Xiao Zhan manejaba una gran voz, hermosa, melódica que derretía los corazones de muchas personas.

También porque era elogiado por ser tan guapo, elegante y a la vez delicado, mostraba una sonrisa radiante luciendo ese lindo lunar debajo de su labio inferior, su cabello siempre estaba perfectamente peinado hacia atrás dejando ver su frente y fuertes facciones. Siempre vestía de camisa blanca y un saco café donde en uno de los bolsillos colgaba un trapo que siempre utilizaba, vestía pantalones de vestir y zapatos lustrados que brillaban.

Muchas veces tuvo que soportar a borrachos que deliberadamente le coqueteaban insinuándosele, era paciente y siempre era amable, inclusive en esas ocasiones, simplemente esperaba a que se hartaran o los invitaba a abandonar el bar de forma amistosa. También porque no quería causar problemas y que uno de esos borrachos le dijera a su jefe que lo trató mal posiblemente dejándolo sin trabajo.

Aunque parecía imposible que él pudiera abandonarlo, ya que llevaba 10 años ahí, destacando por ser el mejor de todos.

Eran las 3 de la mañana cuando el bar iba cerrando sus puertas, Xiao Zhan estaba limpiando las mesas y subiendo los asientos a estas, barrió y trapeó tranquilamente como siempre. De la cocina salió Anna, una bella mujer inglesa pelirroja, era del mismo rango laboral a Xiao, solo que ella se dedicaba más a cocinar ciertos bocadillos y servir tragos preparados.

—Zhan-ge— dijo la mujer sonriendo—. Me voy.

—Está bien. Vuelve con cuidado a casa.— Zhan sonrió con los labios cerrados y ella agradeció, después de una ligera reverencia abandonó el bar

Xiao Zhan se quedó solo, él era el encargado de cerrar ya que como vivía en los pisos de arriba, simplemente tenía que cerrar por dentro y cruzar la puerta que lo llevaba a las escaleras directo a las habitaciones.

Cuando terminó de hacer todo cerró la puerta bien, apagó las luces y subió a su habitación, era de tamaño normal, inclusive un poco grande, una cama matrimonial estaba perfectamente tendida, había una pequeña estufa en un rincón, el baño estaba bastante limpio y espacioso, su armario no contenía mucha ropa pero no sentía que le hiciera falta.

Se quitó la ropa para encender la ducha y ponerse bajo la diminuta lluvia para comenzar a bañarse tranquilamente, después de eso se puso ropa interior y la pijama, se secó el cabello y se acostó apagando la luz. Se hizo bolita en la cama sintiendo un poco de frío, poco a poco se quedó dormido.

Al día siguiente todo fue exactamente igual, no había nada extraño y diferente, Xiao Zhan creyó que sería así, y lo fue, solo hasta que llegó la hora de cerrar.

Anna ya se había ido, Zhan estaba limpiando la barra cuando la puerta fue tocada, frunció el ceño y se acercó pensando que era su compañera y que se había olvidado algo. Sin embargo su sorpresa fue mucha cuando frente a él un hombre de su misma estatura lo miró directamente a los ojos, Xiao Zhan no tuvo tiempo de preguntar nada, ese hombre irrumpió y se metió.

i fancy you - 一站 YIZHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora