Nogard Evans, hija del matrimonio Evans y gemela de Lily Evans, es la llamada "reina de los dragones". Estas criaturas eran muy misteriosas, pero tenían una profecía que casi nadie conocía, ni siquiera el mismísimo Dumbledore!
Nogard pasará por muc...
Narra Lily MI HERMANA Y YO ESTAMOS EN LA MISMA CASAA!! QUE EMOCION!! No puedo creerlo, creo que estoy soñando y no quiero despertar... Cuando me enteré de que mi gemela quedó en la misma casa, con las nuevas compañeras de casa comenzamos a hacer unos pasos que ni nosotras conocíamos, pero celebramos.
En ese momento se acerco el chico que era amigo del amigo de mi hermana, James a mi lado.
-Ehm... Hola Lily, ahora quedamos en la misma casa, no tuve mucho tiempo de hablarte para conocerte mejor....- hablo el azabache - ¿Podemos conocernos mejor?
-Claro! - exclamó - no hay problema!
Narradora
Mientras James y Lily hablaban y se conocían, Severus Snape los miraba a la distancia, sentía celos y enojo, y se decía a si mismo "si quedo en la misma casa que Lils, haré que se aleje de ella" pero cuando lo llamaron tuvo la decepción de quedar en la casa de Slytherin, "por lo menos - pensó el peli-graso - podemos seguir siendo amigos, y seré el orgullo de mamá!"
Nogard agradecía internamente al sombrero por dejarla en la misma casa que su hermana
Timoteo, quién quedó en Slythering, miraba a sus amigas desde lejos, pensando que era una decepción para su familia, todos siempre habían quedado en Gryffindor, pero se dijo "voy a demostrarles que estar en la casa de los verdes es bueno!"
Tiffany, quien quedó en Hufflepuff, cómo era hija de muggles (igual que las gemelas) se sentía orgullosa de por lo menos quedar en una casa
.../ᐠ。ꞈ。ᐟ\...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.../ᐠ。ꞈ。ᐟ\...
Muy pronto la noche cayo y cada alumno se fue a sus habitaciones (los de primero se fueron con los prefectos un rato después), las gemelas Evans, Marlene y Dorcas entraron a su habitación, cansadas. Inmediatamente todas se lanzaron a sus camas y dijeron al mimo tiempo:
-Hasta mañana
✿♡Narra Nogard♡✿ Más entrada la noche, Nogard se despertó de golpe, acababa de tener una pesadilla y decidió salir para dejar salir un rato a Sánchez, en el "bosque prohibido". A la chica le llamo mucho la atención cuando el director dijo que era "prohibido", así que tomo un par de zapatos, se puso ropa abrigada y salió, poniendo a su pequeño dragón dentro de su abrigo.
Al llegar a la sala común, vio a un chico en el sillón, tenia el pelo negro y conocía muy bien a quien pertenecía
-Sirius..? -le pregunto sentándose a su lado, mientras el ojos grises intentaba quitarse las lagrimas- te preguntaría si estas bien, pero viendo tu estado y sabiendo que es una pregunta fácil de mentir...
La pelirroja abraza a Sirius, mientras este sigue desatando su sollozo
-Y-Yo... yo... creí que quedaría en Slytherin como toda mi familia -solloza el peli-negro- Pero en el tren, cuando conocí a James, c-cambie de opinión... queria... no, quiero estar con él... pero ahora... yo... solo seguiré siendo una decepción... ahora me odian...
Abrazo con más fuerza a mi amigo, no podía decirle lo contrario, no conocía a su familia
-Tranquilo, pequeño Sirius... desde ahora en adelante, me tienes a mi, y si algún día quieres desahogarte, siempre tendrás mi hombro disponible, y en caso de que necesites mi ayuda, solo de mi nombre tres veces, aunque no lo creas, eso le da protección a las personas que quiero -le dije con una voz tratando de ser suave, no conozco su posición o su sentimiento, pero hare lo máximo para poder ayudarlo
Le acaricie el pelo hasta que el mismo se quedó dormido en mis piernas y de allí salió mi pequeño amiguito, Sánchez
—Este muchacho parece que sufre mucho en su casa...
El pequeño dragón observa con pena, desde mi hombro; la cabeza de Sirius
—esto va a estar muy mal, pero te pido que investigues a la familia de Sirius, si ya él está sufriendo acá, que es lo que le harán en su casa, además el tiene un hermano menor, si es que es posible sacarlos de allí de inmediato
—Pronto tendrás que ir a ver a los miembros de el clan, Dronning
—Lo se, lo sé.... Tengo que aprender Noruego y Runas y estudiar y estudiar... -solté un largo suspiro- después de la conversación que tuvimos aquella vez ya me preocupo mas....
—Recuerda que nadie más debe saber, mi señora
—eso me hace sentir vieja, salchipapita
—Yo tratando de tenerte respeto y tú con tus apodos ridículos
Se produjo un silencio, en el que el dragón y su ama se pusieron a pensar detenidamente, hasta que la pelirroja hablo.
—Aun no soy la reina que esperas, pero daré lo mejor de mi, mientras eres mi mejor amigo, mi mascota y mi posible jefe y maestro, ¿Qué te parece eso ahora?
—Suena muy raro, pero por ahora que así sea, mientras voy ir saliendo
—espérate un poquito -con la punta de mi varita recite un pequeño hechizo- ya está hecho, ahora puedes convertirte en el animal que desees y serás invisible para los muggles
—A veces me sorprendo de lo rápido que aprendes
Ambos reímos
—ya me voy llendo jefa, deje al chico en su cuarto y váyase a dormir, antes de que sea más tarde
—Ya voy mamá
Pero Sánchez ya no me oía, se había lanzado de la ventana hacia afuera, por lo que él ya estaba en la misión que le había dado con anterioridad.
Suspire, pero ya no tenía fuerzas para levantarme, con Sirius dormido en mis piernas no sabia si era lo correcto despertarlo en este momento, pero, me levante lentamente, y fui a buscar una manta a mi habitación.
Al regresar, tape al pequeño llorón con mi manta y le puse una almohada en la cabeza, así no quedaba incomodo. Luego me senté en la alfombra frente al fuego de la chimenea, quedando a espaldas de mi amigo, tome el libro de Runas y mi diario, los cuales saque de mi habitación, después de todo no tenia sueño.
Deje a un lado el libro, tome el diario y comenzó a relatar lo que había soñado hace un rato.
Estos sueños cada vez se hacían más recurrentes, alguien gritando una maldición imperdonable, un niño llorando y los gritos de una mujer, luego un niño de unos 17 peleaba con un señor calvo, mientras gritaba mi nombre una y otra vez, desesperado para que abriera los ojos. Luego aparecía Sánchez de un tamaño mas grande, junto con otros dos dragones, quienes miraban con enojo al calvo... Por alguna razón, me causaba nostalgia... Cómo... Cómo si lo hubiese vivido... Eso me daba un malestar de estómago gigante.
Suspiré, estaba cansada de aquella sensación.
De pronto se escuchó un chasquido detrás del sillón, alerta, me levanté rápidamente, sellando, con un movimiento de varita, mi diario, pero allí, tan solo había....