Capítulo 2

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Me levanté por la mañana y de lo que me pude percatar fue de que todo estaba recogido, obviamente habrá sido obra de Jonhy, con lo servicial que es seguro que fue capaz de levantarse antes sólo porque yo descansase, y en efecto. Nada mas salir de la habitación vi todo recogido, no había ropa sucia, las mochilas estaban llenas, y sobre todo pude ver armas, no muchas pero las suficientes, de pasar a mi revolver y el arco de caza el armamento subió a un subfusil y un francotirador...sólo pude decir:

-¿De dónde leñes has sacado esto?.
-Un almacén cercano.
-Soy yo la que explora y no conozco ningún almacén cercano...
-Eje.
-Dime la verdad Sis.
-Lo robé de unos chicos que había en la mina...
-¿QUE!.
-Plis no me mates que yo sólo quería que estuviésemos seguras.-dijo con cierta desilusión.- Seguramente sigan ahí...y me se el camino...
-Mmm...a ver...¿eran numerosos?.
-Sólo vi a 4 chavales y un adulto.
-Mmm...intentaremos ir con ellos, ¿te parece?.
-¿Sera seguro?.
-No.
-¿Entonces para que preguntas?.
-Para enmendar tu error.-dije cogiendo las armas robadas-
-Vale yo te guio.-dijo abriendo la puerta de la cabaña-
-Espera, no he desayunado...-deje las armas y me fui a la cocina-

Oí cómo la puerta se cerraba y crujía la silla al sentase alguien, mi sis, me preparé un salmón a la parrilla de la pesca que hicimos hace un par de días y mientras desayunaba hable sobre cómo hacer para poder estar bien con esa gente y poder ir a su campamento o por lo menos acompañarlos en su viaje...al final quedamos en devolver las armas pacíficamente diciéndole la verdad y después preguntar si podíamos ir con ellos. Terminé el desayuno y volvimos a por las armas y salimos de la cabaña por última vez y nos dirigimos a la mina.

Allí nos encontramos a tres chicas, a un chico y a un hombre y estaban almorzando, bajamos las armas y caminamos despacio hacía ellos. Una chica fue la que se percató de que estábamos allí y alzó el arma contra nosotras, al ver cómo reaccionó esta chica los demás se pusieron en guardia y nos vimos en menos que canta un gallo apuntadas con todo tipo de armas.

-Venimos en son de paz.-dije con las manos en alto-
-¿Quién nos lo asegura?-dijo una chica de pelo negro y rizado, tenía gafas moradas que pegaban con su tono de piel moreno, destacaba su altura, era mucho mas alta que yo, una cabeza o así-
-Podríamos haberos matado a todos desde las rocas si hubiésemos querido.-soltó de golpe Jonhy-

Yo la miré con cara...cómo decirlo, cara de asesina, ¿cómo íbamos a ganarnos su confianza así?.

-Pero no lo habéis hecho, ese ha sido vuestro error.-dijo el hombre, era enorme, tenía un gorro de lana y sudadera, era ancho y de sus rasgos destacaba el contraste de sus ojos verdes con su cabellera color caoba-
-Señor solo venimos a enmendar un error.-dije con tensión-
-¿Que clase de error?, aquí no se os ha perdido nada.-apuntó una chica de mi misma estatura, color oro de cabello y ojos color caramelo-
-¿Me permiten sacar unas armas de la mochila de mi compañera?.-dije con una sonrisa nerviosa-

Todos se miraron y negaron, a lo que el único chico que parecía de nuestra edad dijo:

-Tirad la mochila hacía nosotros.

Asenti y lentamente le quito la mochila a Jonhy sin ningún movimiento brusco, obviamente no queríamos morir allí, en cuánto la tiré las armas cayeron al suelo dejando ver que teníamos su armamento. Todos menos la chica que había hablado la primera parecían estar estupefactos, ella no, y mirándonos nos dijo:

-¿Que pretendeis?.
-Encontrar un lugar.-dijo Jonhy a punto de llorar-
-¿Cómo os llamáis?.-dijo la chica de mediana estatura, tenía ojos y cabello moreno-
-Yo soy Jonhy y ella es mi sis.
-He preguntado que cómo os llamáis.-dijo desafiante-
-No pienso decir mi verdadero nombre, pero respondo ante el nombre de K.P.-dije con resentimiento, no me gustaba dar nombres-

Todos nos miraron, nos quedamos estupefactas unos momentos por el nerviosismo hasta que el hombre del gorro dijo:

-Encerrarlas, nos pensaremos que hacer con ellas mas tarde.

Y se volvió al lugar del almuerzo con nuestra mochila. No se si sería del shock de la respuesta, pero en un abrir y cerrar de ojos a Jonhy la sujetaban las dos chicas de mi estatura, teniendo en cuenta que ella era media cabeza mas alta que yo, mientas que a mi me sujetaba la chica de pelo rizado. Nos llevaron a un cobertizo entre las rocas del que necesitábamos una escalera para subir...que digamos no nos bajaron pacíficamente y ambas nos hicimos daño en las rodillas del impacto. Jonhy rompió el silencio diciendo:

-¿Ahora que?.-dijo entre sollozos-
-Mmm...lo único que se puede hacer, esperar.

Menudo comienzo de día, no serían ni las 12:00 a.m y estábamos encerradas...espero que al menos el día vaya a mejor.

Adiós mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora