Estamos en Japón, más específicamente en la casa del peliverde, pero en su casa de verdad, estamos en la casa del nuevo universo en donde rencarno, y ahora mismo no se ve nada bien la situación.
Inko: -No me hagas repetirlo, donde esta mi hijo y quien demonios eres tú...?- dijo con un semblante de enojo que asustaba al peliverde.
Izuku: - No podemos discutirlo de otra forma?- preguntaba nervioso.
Inko: -Tuviste tu oportunidad en toda la noche, no voy a permitir que un villano o algo peor se acerque a mi casa, dime que rayos eres tú!?-
El peliverde se sentía nervioso, no por lo que su madre podría llegar a hacer, realmente era por como podía llegar a reaccionar si se enteraba de la verdad, pero a estas alturas ya no tenía opción, solo estaba la opción de decir la verdad.
Izuku: -Yo...yo...yo soy Izuku Midoriya...- dijo triste y cabizbajo.
Inko: -No mientas!-
Izuku: -No miento, soy Izuku Midoriya, pero no...de este universo...- dijo dejando confundida a la madre.
Inko: -A que te refieres con otro universo?-
Izuku: -Mi nombre es Izuku Midoriya, pero no soy de este universo o realidad, en mi realidad morí por el ataque de un villano, pero por algunos detalles que puedo contarte si me bajas, rencarne en este mundo, pero no lo hice desde que nací, rencarne en el cuerpo del Izuku Midoriya que es tu hijo, lo lamento...- dijo triste y solo pudo ver como su madre se llenaba el rostro de lágrimas.
Inko: -Izuku...Izuku no está...el esta muer...- no pudo terminar pues se escucho la voz de alguien interrumpiéndola.
Uraraka: -No! Izuku no murió.- dijo haciendo que ambos voltearan. -Se podría decir que Izuku del otro universo llego en forma de "alma" y tomo el cuerpo del Izuku de este universo.- dijo haciendo que la madre ahora volteara a ver al peliverde.
Izuku: -Yo lo siento tanto, cuando todo ocurrió yo no pude escoger nada, solo se me dio la opción de reiniciar, y aquí fue donde terminé...- dijo viendo con un semblante de tristeza a su madre. -Se que amabas mucho a Izuku, y lo se porque tengo leves flashazos de sus recuerdos, pero aun así vivo cada segundo con sus ideales, se lo de su padre, porque al entrar a la habitación vi un poster suyo...en mi realidad ni siquiera conocí al mío, abandono a mi madre y a mi cuando era muy pequeño, así que no tengo ni un recuerdo de él, pero su esposo fue un gran héroe y yo respeto mucho eso. Si quieres podemos contarte todo si me bajas, créeme que no haremos nada.-dijo nervioso mientras esperaba con la mirada la respuesta de su madre.
La madre bajo la cabeza y poco a poco empezó a bajar a Izuku ante su mirada asombrada, y mientras desactivaba su poder levanto la cabeza con un semblante triste dijo.
Inko: -Cuéntenme todo...- dijo a ambos jóvenes los cuales asintieron.
Después de que el joven peliverde fue bajado, él y la castaña se sentaron en el sillón de la sala con Inko, y se dispusieron a contarle todo lo que había ocurrido, desde como llego, que ha ocurrido, las cosas que habían pasado en el universo "original", inclusive le contaron sobre el OFA. Un buen rato después el joven pecoso terminaba de contar las ultimas cosas.
Izuku: -Entonces, así es el asunto. Siento mucho no ser el Izuku de tu universo, pero tratare de vivir por su motivación.- dijo cabizbajo, pero sintió como una mano acaricio su cabellera y se movió hasta su mejilla haciendo que el peliverde levantara la cabeza y viera a su a madre mirándolo a los ojos mientras unas cuantas lagrimas caían de sus ojos.
Inko: -No tienes que disculparte de nada, al final tu no decidiste donde "rencarnar" y al final llegaste aquí, y no importa como eras o como seas, siempre serás mi hijo en cada una de las versiones del basto universo.- dijo con una sonrisa que enterneció al chico. -Bueno, se que tienen que irse temprano mañana y esto hizo que se hiciera muy tarde jaja, así que vayan a descansar.-
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Restart...?
FanfictionMuchas veces la vida no es la más justa, te quita lo que más quieres sin importar que, y uno nunca sabe lo que tiene hasta que ya no esta contigo; pero, algunas veces, te llega una oportunidad de "reiniciar", la pregunta es, la tomarás? Esta histori...