Capítulo I

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Peter, siente como una fuerte depresión lo invade, caminando las calles melancólico, tambaleando, pues aquellos recuerdos lo perturban cada día más, la fuerte presión por parte de su creadora lo inunda y no tiene más que pensar que acabar con su vida. En la mano lleva un cigarrillo recién empezado hasta que, tropieza, mira cabizbajo al suelo y el se queda ahí, preguntándose ¿Cual es su propósito?, claro, el sabe que su mundo fue recién creado, sabe quién es su creadora ¿Por qué ahora lo hizo tan miserable?.

El rechinar de una puerta se escucha a un lado y sale un grupo de amigos de cierta cafetería, Peter da un suspiro, decide levantarse y entrar al local. Todas las mesas y asientos estaban llenos, excepto uno, este se encontraba justo a la vista de la ventana justo como le gustaba, nada más relajante que la vista hacia la calle, el se sienta en este.

-Buen día, ¿puedo tomar su orden?- escucho una voz que los saco de sus pensamientos, este solo alzó un poco la vista y ordenó -Solo tráeme esto-peter señaló el menú que ya estaba en las manos de la persona que lo atendía. -seguro señor, en un momento le traigo su orden- Acato su orden, sonrió y se retiró por su pedido.

Peter seguía hundido en sus pensamientos, la razón por la que fue creado. Solo exhaló y miro la calle en la ventana por un momento, suspiró y volteo esbozando una leve sonrisa mirando su orden de comida llegar, la chica que lo atendía le parecía linda y su trato fue dulce con el. Estaba feliz de que alguien le haya tratado amablemente.

Pero todos esos pensamientos se desmoronaron, tanto se perdió en la mirada de esta pues la chica tropezó, ocasionando que la comida le cayera encima a Peter.

Lo que saco de sus casillas a Peter fue la taza de café caliente que cayó encima de su pecho, a decir verdad le encantaban esos tratos con dolor, pero este era la excepción,

-Agh!- Gimoteo Peter de dolor al sentir el café cayendole en su pecho, del puro dolor solo dió un golpe brusco a la mesa y sobre salto.

-Lo siento!, cuánto lo siento!- la chica asustada comenzó a auxiliar como pudo a Peter, retirando de los platos y la taza de café caliente que le cayó a este. -En verdad lo siento mucho señor!- ella se arrodilló y siguió auxiliandolo. Peter estaba furioso, bajo la mirada y la volvió a mirar bien, su trato cuidadoso con el, cada toque se sentía como una caricia y nuevamente se perdió.

Le gustó mucho esa atención, ese cuidado por parte de ella, incluso el dolor mismo se le fue sentía que estaba perdido.

La chica lo tomo de la mano -por favor acompañeme, le trataré sus heridas y con gusto le pago su comida- Peter asintió y la siguió hasta la cocina.

Ella preparo unas gasas especiales para su quemadura y Peter solo la miraba. -Oye...cual es tu nombre?- pregunto ella.

Peter soltó un suspiro algo irritado, que más daba?

-Oh me llamo peter- siguió observando cada detalle, sus manos eran muy suaves, a pesar del trabajo duro, a pesar de ver lo atareada que estaba con sus clientes, sus manos se sentía bien , eran suaves.

-Tu eres T/N supongo?- Miro el nombre bordado de la chica en su babero de trabajo, ella soltó una risita y asintió terminando de tratar su quemadura. -Bueno Peter, lo siento mucho por haberte quemado, si gustas puedes ordenar otra cosa, yo lo invito- Y sonrió. -No...no gracias- Estaba muy nervioso, sentía como sus manos tambaleaban levemente y la miro nuevamente, miro cada detalle de ella, su rostro, su cabello, sus ojos... Se sentía perdido, tomo uno de sus brazos y comenzó a juguetear con este por los nervios que le inundaban, solo salió avergonzado del lugar.

Camino unos metros de la cafetería y siguió jugueteando con sus brazos nervioso, miro nuevamente su herida, esa quemadura que por alguna razón le dió sentido a su vida, le dió un proposito, algo nuevo y recordó los tratos de la chica trabajadora del sitio, jamás se había sentido de esa manera, el tacto de la chica, sus manos se sentían suaves y tenía un olor para el muy lindo. Necesitaba saber que perfume usaba, necesitaba saber más de ella, más bien necesitaba saber TODO de ella. Al fin se sentía con un propósito, estaba hipnotizado por ella, por ella y solo ella, sentía que era su sueño.

El problema de Peter [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora